Recuerdo de una patada de tablero: A propósito del próximo fallo de La Haya, un recuento de lo ocurrido entre Nicaragua y Colombia.
PUBLICADO: lamula.pe
A tres días del fallo que emitirá la Corte Internacional de La Haya sobre el diferendo marítimo entre el Perú y Chile es pertinente recordar la resolución previa que la Corte diera en torno a otro conflicto latinoamericano: Colombia yNicaragua.
El 19 de noviembre del 2012 fue la fecha más esperada por los ciudadanos de esos dos países, pues ese día conocerían la sentencia sobre la controversia territorial y de delimitación marítima entre Colombia y Nicaragua iniciada ante la Corte en el 2001, cuando el gobierno nicaragüense solicitó a este tribunal que definiera las fronteras marítimas en el Caribe. En realidad no era algo nuevo.
El conflicto, diplomática y políticamente se remontaba a 1980, cuando Nicaragua desconoció el Tratado Esguerra-Bárcenas firmado con Colombia en 1928, por considerarlo nulo, pues argumentba que entonces el país estaba ocupado militarmente por EEUU.
Como se sabe, el fallo de la corte otorgó 75,000 kilómetros cuadrados del mar Caribe a Nicaragua, con lo que cambió el mapa de Colombia, y el de Nicaragua también: ahora tendría frontera marítima con Jamaica y Panamá.
No obstante que La Haya ratificó que Colombia era la poseedora de las islas San Andrés y Providencia y los cayos menores en el Caribe, que implicarían que esta nación era la gran triunfadora, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, consideró que no era dable perder una gran porción de mar. De hecho, Noticias Caracol tituló de inmediato: “Más tierra, menos agua”. “El territorio colombiano es más pequeño desde hoy”, sentenciaban otros medios.
FUENTE: EL ESPECTADOR
Como es obvio en estos casos, el fallo debería ser cumplido por las partes, pues aceptaron la jurisdicción de la Corte, pero Santos anunció que apelaría. Y no sólo eso, poco después afirmó que el fallo de La Haya “es inaplicable”. En contrapartida el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, demandó que el gobierno cumpliera y amenazó con acudir a la ONU en tanto que Santos anunció que Colombia se retiraría del Pacto de Bogotá, firmado en 1948 y que lo ponía bajo la jurisdicción de la Corte.
Ya pasó más de un año del fallo de la Corte y no ha habido grandes novedades, salvo que Colombia ha reforzado su presencia naval en el área en disputa, y busca vías legales para tratar de revertir los efectos del fallo. Nicaragua no se ha quedado atrás y también tiene presencia militar en las aguas caribeñas. Los perjudicados son los pequeños pescadores de ambos países, quienes no pueden hacer sus faenas por esas latitudes.
FUENTE: EFE
En el caso que nos incumbe, Ollanta Humala y Sebastián Piñera han afirmado que acatarán el fallo de La Haya. Ambos tienen el apoyo de la clase política, empresarial y la sociedad civil. Aunque no faltan voces discordantes, como la del diputado Jorge Tarud. También han reconocido que, a pesar de que lo dictaminado los obligará a hacer cambios y esto demandará algo de tiempo, el fallo tendrá validez inmediata.
Que este caso sea distinto al recordado en estas líneas.
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