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sábado, 25 de abril de 2020

Castigos mágicos y mortales del Inca Pachacútec

Si eres de los o de las que piensa que el Inca era un ser de luz, no estás equivocado. Lo era a su manera y de acuerdo a los principios que reinaban en aquellos tiempos. Pero lo que debemos respetar es su derecho a que era un ser humano, con ambiciones, errores, defectos y virtudes. Un hombre con ganas de dejar huella en la historia de la humanidad, así lo decretó y así es hasta el día de hoy.
El Sancayhuasi, lugar de tormento para los enemigos del inca, por Guamán Poma de Ayala
Este análisis lo he creado basado en algunos datos de Guamán Poma de Ayala, Fray Martín de Murúa y principalmente en las crónicas de Juan de Betanzos. Este último, como todos y todas sabemos, vivió en los palacios de la más alta nobleza incaica en tiempos virreinales, en el Cusco. Sus fuentes son de primera mano y es uno de los pocos que intenta ser imparcial, pese a la época.
Ustedes saben que las formas de conquista incaicas eran de dos tipos: Por convencimiento (el inca gestionaba un trato a cambio del poder sobre el reino) y la otra por sometimiento (a la fuerza y con guerra). En el último caso, muchos de los reinos que el inca no lograba conquistar por convencimiento, eran considerados reinos tercos y rebeldes, entonces se procedía a la sangre. 
Después de la carnicería que se realizaba en los campos de batallas, se procedía al agradecimiento a la huaca que habían llevado como protectora de guerra, cargada en una litera. Luego la construcción de un templo en homenaje al panteón incaico, sacrificios, ceremonias, ofrendas y la edificación de instituciones públicas, que le darían el nuevo rumbo al reino conquistado. Acto siguiente, se recogían los cuerpos de los aliados para ser llevados al Cusco y entregarlos a las viudas, en cambio a los de la contraparte se les dejaba podrir regados en el campo como castigo. Asimismo, procedían a los “castigos mágicos, físicos y psicológicos” realizados principalmente a gente de los cargos más altos. Matar al Cápac rebelde, o sea al gran señor que no quería someterse al Inca, era vital en una guerra de este tipo, ya que al matarlo, moría automaticamente la cabeza y el pensamiento filosófico del reino conquistado. 

LA CABEZA Y EL CÁMAC: 
El señor del Collasuyu, por ejemplo (que era un tipo poderosísimo y dueño de latifundios del sur) fue decapitado y su cabeza, por orden del inca, debería ser conservada y decorada, o sea, momificada para su preservación. Si bien podría sonar aterrorizante para nuestro mundo actual, en esa época era común que las personas de poder en los andes precolombinos (hablo de Incas y pre incas) tomasen la cabeza del enemigo como una “cárcel del cámac”, o sea “atrapar en la cabeza, la fuerza-espíritu del contrincante, tomar su poder a través de la retención de la misma, para ser más fuerte y gobernar su pueblo”. Un muestra de ello, tenemos las cabezas trofeo de la cultura nazca, a las cuales se les cerraba cualquier tipo de orificio para que el “camac’ no se escapase. 
Pero en fin, no era un trofeo para el miedo, aterrorizar a la gente y colgarla en la plaza, como lo hacían en occidente. Era guardada en una de las galerias del Yachayhuasi y quedaba a disposición del inca y de los rituales. La guerra terminaba siendo mágica, la cabeza estaba con el nuevo señor y el pueblo conquistado tenía que obedecer a su nuevo Cápac. 

Guerrero inca, reconstrucción realista realizada por el ilustrador Frank Abarca. 
2.- LA APROPIACIÓN MÁGICA Y LA RECIPROCIDAD: 
Siguiente paso, era tomado el botín de guerra, llamado “Piña”. Consistía en juntar los bienes de lujo del reino conquistado, como oro, plata, auquénidos y los tejidos mas bellos. Esos tejidos eran, en su mayoría la ropa de los oficiales y del Cápac sometido, a los cuales el Inca mandaba adornarlos con borlas rojas del tamaño de un jeme (distancia del dedo pulgar al índice) como símbolo de subyugación.  Luego el Inca pisaba todo el botín, incluyendo las ropas “borleadas”de los enemigos, para luego disponer de ellos. El acto público del Inca, de pisar la propiedad ajena con sus propios pies, automáticamente le pertenecía y se convertía en sagrado. Después procedía a ofrendarlos: los más bellos a la hoguera, junto con comida y animales, para todas las huacas del Hanan Pacha (especialmente del Sol y del Rayo) y lo que sobraba para sus aliados. Y sepan que tenía que sobrar bastante, porque el botín era el acto de reciprocidad más importante post guerra, era como el pago a sus aliados y generales por los servicios prestados. Se dice que una vez, Huayna Cápac (y esto lo cuenta Murúa) no priorizó la repartición del botín de guerra en una batalla y las tropas le dieron la espalda. El inca desesperado tuvo que accionar rápidamente para que no lo abandonasen y darles lo que querían. 

LA TORTURA PSICOLÓGICA DEL ROJO: 
El inca mandaba hacer unas túnicas rojas hasta los tobillos, repleta de borlas grandes cosidas del mismo color y pedía que los prisioneros las vistiesen. Dicho acto también estaría ligado al del botín : “vestir al enemigo con el color del inca y con el símbolo de su borla (la Maskaypacha) para que se torne su propiedad”. Acto siguiente, estos prisioneros eran ritualizados con baños de chicha en la cabeza y migajas de masa de maíz, al compás de cánticos de hombres y mujeres. Estas canciones decían la manera en que el inca “borleaba de rojo” al enemigo. Esto si era humillante y duraba aproximadamente un mes. 
Pachacútec, reconstrucción realista realizada por el ilustrador Frank Abarca. 
EL FIN Y EL ANONIMATO:
Durante la conquista al antisuyu, se trajeron felinos, serpientes y posiblemente anacondas. Obviamente estos animales eran botín de guerra y habían sido criados por los señores conquistados de la selva. Esos animales eran bien cuidados en cautiverio en unos salones oscuros o cavernas, llamados Sancayhuasi. Pero eran usados, principalmente para terminar el castigo. Primero se les tenía en ayuno un par de días para luego lanzar a los prisioneros de rojo con las fieras. Se les dejaba unos tres días con los animales hambrientos y los sobrevivientes eran curados y despojados de sus pertenencias (mujeres, propiedades, etc) .
Finalmente eran "vaciados": se les quitaba su identidad antigua, sus nombres, eran cusqueñizados y luego eran convertidos en Yanaconas, para servir en las casas de las huacas, el cuidado de las momias o trabajos diversos caseros en los palacios. 
Muchos de estos señores yanaconas de castigo, fueron los que aprovecharon la oportunidad de liberarse cuando llegaron los españoles, otros en cambio decidieron seguir en la conformidad de las casas reales hasta fines del virreinato. Unos lograron heredar parte de pequeñas encomiendas y otros simplemente quedaron en el olvido.

jueves, 21 de enero de 2016

Cusco en descripción del secretario personal de Francisco Pizarro

El relato de Pedro Sancho, publicado en 1873, resume el asombro y admiración que los españoles tuvieron al poner los pies en el ombligo del mundo.

Pedro Sancho Secretario
personal de Pizarro
La ciudad del Cusco por ser la principal de todas en donde residían los principales señores, es tan grande, tan bella y con tantos edificios, que sería digna de ser vista en España, y toda llena de caseríos de señores, porque en ella no vive gente pobre, y todos los señores fabricaban en ella sus casas así como todos los caciques, aunque 110 residían continuamente en ella. La mayor parte de estas casas son de piedra, y las demás tienen solo la mitad de la fachada de piedra; hay muchas casas de tierra, y están fabricadas con bello orden; las calles son muy derechas, cruzadas, todas enlozadas, y en medio de cada una corre una acequia de agua cercada de piedras; el único defecto que tienen es de ser angostas, pues que por un lado del conducto apenas puede uno ir a caballo y otro al otro. Esta ciudad está situada en lo alto de una montaña; muchas caserías están colocadas en su misma falda, y otras más abajo de lo llano: la plaza es cuadrada, y en gran parte plana y enlozada de piedras menudas; a su derredor hay cuatro casas de señores que son las más suntuosas de la ciudad, pintadas, laboreadas y de piedra; y la mejor es la del cacique Huayna capac, cuya puerta principal es de mármol blanco, rojo y de otros colores; tiene además de esto en las azoteas otros edificios dignos de ser vistos: existen en esta ciudad otros muchos alojamientos y grandezas: pasan a sus flancos dos ríos que nacen una legua lejos sobre el Cusco, hasta que llegan a la ciudad, y dos leguas más abajo, los dos están empedrados para que el agua corra limpia y clara; y para que no inunde en la creciente tienen ambos sus puentes, por los que se entra a la ciudad: sobre la colina hacia la ciudad que es redonda y muy escarpada, hay una fortaleza hermosísima de tierra y piedra con grandes ventanas que miran hacia la ciudad y que la hacen aparecer más bella: en su interior hay muchos alojamientos y una torre principal en el medio, construida a manera de cuba y de cuatro a cinco vueltas, grandes unas superiores a las otras: los alojamientos y aposentos de adentro son pequeños, las piedras con las que es construida son muy bien labradas, y unidas de tal suerte que parece no haber mezcla de cal, y las piedras son tan lizas y pulidas que parecen tablones acepillados con lija, una puesta en contraria de la otra al uso de España: tiene ese edificio tantos cuartos y torres que una persona no podría verlos todos en un solo día, y muchos españoles que lo han visto y que han estado en Lombardía, y en otros reinos extranjeros, aseguran que jamás habían visto otra como esta fortaleza, ni castillo más fuerte. Podrían caber cómodamente adentro cinco mil hombres: no se puede batir por parte alguna, ni mirarla, porque está colocada sobre una peña viva; de la parte de la ciudad que es una colina muy escabrosa, no hay más que un girón, y por la otra parte opuesta que no es tan escabrosa hay tres, uno más alto que el otro, y el último más adentro es el más alto de todos.

Cusco en descripción del secretario personal de Francisco Pizarro

La cosa más bella que puede verse en estos edificios son estos girones, porque están construidos de piedras tan grandes, que el que las vea no podrá, creer que han sido colocadas por manos de hombres, pues que son tan grandes como pedazos de montañas pedregosas y escollos, y se ven muchas de la altura de 30 palmos y otro tanto de ancho, otras de 20 y 25 y otras de 15; pero no hay una siquiera de tamaño tan pequeño que pueda ser arrastrada por tres carretas: esta no es piedra liza, pero muy bien encajada o tejida la una con !a otra: los españoles que la ven dicen que ni el puente de Segovia, ni los otros edificios que hizo Hércules, ni los Romanos son tan dignos de ser vistos como este. La ciudad de Tarragona tiene en su muralla alguna obra de esta clase y muy parecida, pero no está construida con tanta solidez, ni con piedras de un tamaño tan enorme: estos girones son volteados de manera que si les diera batería no se le podría dar en lo llano sino a través de los jirones que sobresalen afuera, los que son todos de esta misma piedra, y entre una pared y la otra se ha colocado tierra, y en tanta cantidad que pueda caminar cómodamente tres carretas de frente. Están hechos a modo de tres gradas, que el uno comienza en la altura del otro y este en la del otro. Toda esta fortaleza era depósito de armas, mazas, lanzas, arcos, hondas, hachas, rodelas, almillas, fuertemente tejidas, y otras armas diversas, y vestimentas para soldados que se reunían allí de todas partes del país que estaba sujeto a los señores del Cusco. Tenían muchos colores azules, amarillos y otros muchos para pintar telas, y mucho estaño y plomo con otros metales, y mucha plata y algo de oro, y muchas mantas y almillas para los hombres de guerra. La causa porque esta fortaleza tiene tanto artificio, es, porque cuando se fundó la ciudad, que fue edificada por un señor Orejione, que vino de la parte de Cunti-Suyu hacia el mar, grande hombre, conquistó este país hasta Vilcas, y viendo que este era el mejor sitio para hacer su residencia, fundó aquella ciudad con la fortaleza, y todos los demás señores que le han sucedido después hicieron alguna mejora en la fortaleza, por cuya razón siempre estaba creciendo y engrandeciéndose.

Desde esta fortaleza se ven voltear en la ciudad muchas casas a un cuarto de legua, media legua y una legua: y en el valle que está al medio rodeado de colinas, hay más de cien mil casas, y muchas de ellas son de campo y recreo de los señores pasados, y otras de los caciques de todo el país que residen continuamente en la ciudad: las otras son casas o almacenes llenos de ropas, lanzas, armas, metales y telas, y de todas las cosas que nacen y se hacen en el país. Hay casas donde se conservan los tributos que las gentes dan a los caciques: y hay tal casa que en ella hay más de cien mil pájaros secos, porque de las plumas de ellos que son de muchos colores, se hacen vestidos y hay para ello muchas casas. Hay rodelas, planchas de cobre para cubrir las casas, cuchillos y otras herramientas: zapatos y peines para previsión de la gente de guerra, en tanta cantidad que no se puede calcular quienes hubiesen podido dar tan gran tributo de tantas y varias cosas. Cada señor nuestro tiene allí su casa de tributo de estas ropas que se le dieron en vida, porque ningún señor que le sucede (así es la ley entre ellos) puede después de la muerto del finado, llegar a ella en la heredad. Cada uno tiene su vajilla de oro y plata, su ropa y vestido aparte, y el que le sucede no se lo quita; y los señores y caciques muertos tienen cercadas sus casas de placer con los servicios de criados y mujeres, y se les siembran sus campos de maíz, del cual se pone un poco cuando son sepultados. Adoran el Sol, y le han construido muchos templos, y de las cosas que tienen, tanto ropa como maíz y de otra cosa ofrecen una parte al Sol, de lo cual se sirven después las gentes de guerra.

Documentos literarios del Perú colectados y arreglados por el coronel de caballería de ejército, fundador de la independencia, Manuel de Odriozola (páginas 61-64). 
Publicado en Lima en 1873.
Foto: perutripsplanner.com

viernes, 13 de febrero de 2015

CULTURA CHACHAPOYA (800- 1470 d.c)

MEDIO GEOGRÁFICO
La Cultura Chachapoya se desarrolló entre los años 800 y 1,470 d.c, en la región nororiental del Perú, asentada en el departamento de Amazonas, abarcando territorios que pertenecen al Bosque Seco Ecuatorial y la Selva Alta, en una extensión de casi 300 km de longitud y una altitud que varía entre los 900 y 4,300 msnm, con una rica variedad de microclimas debido a la influencia de los vientos que traen las lluvias desde la cuenca amazónica. Su límite norte fue la laguna Pomacochas, en el departamento de Amazonas, su límite sur fue la provincia de Pataz, en el departamento de La Libertad, por el este lo fue el río Huallaga, y por el oeste el río Marañón. Se desarrollaron en el Rodeada Por la zona de El río Huallaga, al Este; y, por EL río Marañón al oeste y al norte, donde estan Ahora los pueblos de Bagua y Moyobamba, en el actual departamento de Amazonas.


Mapa de ubicación territorial de los Chachas

ETIMOLOGÍA 
  • Kuélap: "lugar frío" (en lengua nativa)
  • Chachapoya: "Gente de las nubes" chacha=gente / phuyas=nubes (en aymara)
  • Chachapoya: "Árboles en las nubes" sacha=árbol / puyas=nubes (en quechua)
  • Inca Garcilazo de la Vega: Chachapoyas = "lugar de varones fuertes".
Según el arqueólogo peruano Kauffmann Doig, la cultura chachapoyas tuvo sus inicios aproximadamente en el siglo VIII de nuestra era, y menciona que debió alcanzar su florecimiento a partir del año 1000 después de Cristo prolongándose hasta la llegada de los españoles al Perú. Parece ser que estaban integrados por diversos grupos étnicos afines, así como también por distintas modalidades lingüísticas emparentadas probablemente entre sí pero diferentes al quechua. Por otra parte, los arqueó- logos Henry y Paule Reichlen (Reichlen y Reichlen, 1950) propusieron dividir el proceso arqueológico de la cultura chachapoyas en tres periodos: cuélap, chipuric y revash.

La mirada de los sarcófagos de Ayachaqui está orientada hacia el oeste

CITAS DE LOS CRONISTAS
Muchos de los cronistas españoles como Cieza de León (1554), Sarmiento de Gamboa (1572), Acosta (1590) o Garcilaso de la Vega (1609) mencionan la provincia de Chachapoyas en la época de la conquista española, con breves descripciones. Los cronistas caracterizaban a los nativos del nororiente del Perú como pertenecientes a un grupo étnico, los chachapoyas, conocidos por sus hermosas mujeres de tez blanca y por su resistencia a los incas, quienes en ese tiempo habían ocupado la región por poco más de medio siglo. 

SOBRE LA BELLEZA DE LAS MUJERES: "La blancura y belleza de los Chachapoya es un hecho que llamó la atención de numerosos cronistas y exploradores. Pedro Cieza de León escribió en una de sus crónicas: "...son estos indios naturales de Chachapoyas los más blancos y agraciados de todos cuantos yo he visto en las Indias que he andado, y sus mujeres fueron tan hermosas que por sólo su gentileza muchas de ellas merecieron serlo de los incas y ser llevadas a los templos del sol...".

SOBRE LOS TEXTILES: "Pedro Cieza de León comenta que los Chachapoya "...hacían rica y preciosa ropa para los Inca, y hoy día la hacen muy prima y tapicería muy fina y vistosa, que es de tener en mucho por su primor..."

SOBRE LA VESTIMENTA Y SU DIOS PRINCIPAL: "Pedro Cieza dice que los Chachapoya "...van vestidos con ropas de lana y tienen grandes rebaños de ovejas, adoran serpientes y tienen al cóndor como su dios principal".

SOBRE LA GEOGRAFÍA DEL LUGAR: "Vásquez de Espinoza dice sobre el territorio Chachapoya: "...una tierra muy rica y muy fértil... muchas minas de oro de gran riqueza" (1629).

HISTORIA, ORIGEN Y LEYENDA DE LOS CHACHAPOYAS
La historia de los Chachapoyas empieza Alrededor del Año 800 dc prolongándose Hasta la Segunda Mitad del Siglo XV, Cuando fueron incorporados Por Túpac Yupanqui al Tahuantinsuyo. 
Llama la atención los rasgos físicos de los pobladores de la provincia de Rodríguez de Mendoza, en el departamento de Amazonas. Al respecto el arqueólogo Federico Kauffmann dice: "la presencia de gringuitos, relativamente abundantes en la cuenca del Huayabamba, ha dado pábulo a especulaciones sobre el origen vikingo de los chachapoya". Por su parte, el explorador Gene Savoy sostiene que esto es consecuencia de una antigua migración vikinga a través del Amazonas.
La leyenda cuenta que el gobernante Inca Huayna Cápac, luego de perdonar a la gente de Cajamarquilla después de una rebelión fracasada, se sintió enfermo y fue a Atuén; allí se quedó durante una año para tratar de sanarse con las aguas medicinales del lago y con la ayuda de los curanderos locales. Varios cronistas españoles mencionan a los Chachapoya como grandes hechiceros, médicos y magos. Incluso en la actualidad, los curanderos de la costa viajan hacia Atuén para recoger ciertas hierbas medicinales. En un proceso del año 1574 uno de los testigos cuenta una historia muy interesante: cuando fue trasladado enfermo a Quito, Huayna Capac recibió ciertas hierbas medicinales de uno de los caciques de Cochabamba, pero murió como consecuencia de una intoxicación. El capitán Inca Colla Topa abandonó la procesión funeraria de Huayna Cápac en el camino hacia Cusco y partió de Cajamarca rumbo a Cochabamba donde acusó al cacique de haber envenenado al Inca. Sin embargo el cacique ya había muerto. Colla Topa ordenó entonces que se bajaran los huesos del muerto desde "unos acantilados donde colocaban a sus muertos más importantes", ordenando que fuesen enterrados. Este hecho está en perfecta concordancia con las investigaciones arqueológicas", dice Inge Schjellerup


POLÍTICA Y SOCIEDAD
La unidad de organización social estaba constituida por grandes provincias controladas cada una por un poderoso cacique y totalmente independientes entre sí. Eran pequeños reinos o señoríos asentados principalmente a orillas del río Utcubamba. Todos tenían el mismo idioma, las mismas costumbres y formas de cultivar y, muy ocasionalmente, se juntaban para algunas ceremonias religiosas o para defenderse del ataque de un pueblo enemigo, siempre manteniendo su autonomía.
Guerreros 
Según las crónicas relatadas por Pedro Cieza de León, los Chachapoyas eran los más blancos y agraciados de todos los habitantes del Perú. Vestían ropas de lana y llevaban en sus cabezas unos “llautos” como señal de su origen. Después de su anexión al Incario adoptaron las costumbres impuestas por los cusqueños.
La organización social estaba basada en la producción doméstica y en la subsistencia agrícolas con facilidades de almacenamiento. La población de Chachapoyas pudo haber tenido la posición de mediadores en una cadena corta y larga distancia en la red de intercambios entre el prestigio, y en valoración simbólica de productos y artículos ellos sin duda estuvieron en contacto con los Xibitos en la parte superior del grupo de la tierra baja la cual fué una cadena hacía el lado Este. El intercambio de alimentos por ejemplo la sal y servicios dentro de la región de Chachapoyas estaba basado en relaciones sociales donde las redes de trabajo unen en alianza a las poblaciones.

ECONOMÍA
La agricultura se desarrollo aprovechando el acceso a una variedad de Ecosistemas. Las laderas de los cerros se transformaron en anchas terrazas de cultivo y las Zonas bajas se cultivaron campos con elaborados sistemas de drenaje. : Además basaron su economía en la producción doméstica de cerámica y textiles, de esta manera la producción y el intercambio de Alimentos ayudaban a consolidar las redes sociales y las alianzas entre las Poblaciones.

MANIFESTACIONES CULTURALES

A. ARQUITECTURA.
La zona central del desarrollo de la cultura Chachapoyas fue la cuenca del Utcubamba. Allí podemos encontrar los conjuntos arquitectónicos de Olán, Yalapé, Purunllacta o "Monte Peruvia", Congón (rebautizado como Gran Vilaya), Vira Vira, Pajatén y otros. Pero Cuélap es, sin duda, el monumento más grandioso, de casi 600 metros de largo y muros que alcanzan 20 metros de alto.
La arquitectura Chachapoyas se caracteriza por grandes construcciones en piedra, de forma circular, decoradas con frisos y murallas defensivas.Las construcciones habitacionales y monumentales son circulares con bases altas, cornisas de piedras grandes y piedras planas sobresaliendo sobre la superficie de las bases. Poseen rampas inclinadas o escaleras, dirigidas hacia la entrada.
Los Chachapoyas desarrollaron un lenguaje simbólico común con motivos geométricos en forma de triángulos, rombos, serpenteadas y ornamentos cuadrados, que aparecen en los frisos de piedra de las viviendas circulares. Estos símbolos tuvieron un valor étnico y social, y sirvió para demostrar la fuerza de identidad local, mantenida a través del período Inca.

EJEMPLO DE FRISOS. Los frisos de rombos se
repiten frecuentemente en la iconografía de
Chachapoyas.
KUELAP
Se encuentra situado en un lugar inaccesible a 3 000 metros de altitud y a unos 25km. al sudoeste de Chachapoyas, en el distrito de Tingo. Se trata de un conjunto fortificado de aproximadamente 450 hectáreas, conformado por distintos sectores, siendo el más importante Fortaleza. Alrededos de esta ciudadela se puede apreciar una impresionante muralla de aproximadamente 30 m. de altura y 600 m. de largo. En su interior se ubican edificaciones por lo general circulares construidas de piedra con técnica detallada, estética, decorados con frisos romboides y figuras antropomorfas en alto relieve. Fueron dadas a conocer en forma oficial en 1834, por el juez Juan Crisóstomo Nieto (descubridor)


Esta decoración se puede encontrar también en el conjunto arquitectónico de Kuelap.
GRAN PAJATÉN
El conjunto de Pajatén se encuentra sobre una estrecha meseta en la confluencia de dos de los ríos tributarios del río Abiseo. Este cerro se halla a 2850 metros sobre el nivel del mar, y a 93 km. al noreste del pueblo de Pataz. Los restos arquitectónicos lo conforman una veintena de estructuras, en su mayoría de planta circular edificadas con muros de piedra, ubicadas en diferentes niveles. Los muros no son rectos, sino que presentan formas redondeadas. El acceso a los templos se daba desde escaleras ubicadas en el lado oeste de éstos. Los tres edificios más grandes tienen un diámetro de cerca de 15 m.


B. COSTUMBRES FUNERARIAS.
En la cultura Chachapoyas existía dos tipos de tratamiento funerario: mausoleos de piedra labrada, y sarcófagos de arcilla. Ambos se hallan en lugares prácticamente inaccesibles. Los mausoleos eran grandes grupos de construcciones cuadrangulares, con techo a dos aguas, cornisas grandes y nichos cuadrangulares o en forma de T. Entre los mausoleos más importantes están Revash y Usator. Por otra parte, los sarcófagos cubrían el cuerpo del difunto que se encontraba en cuclillas y envuelto con tejidos, y aparecían como una bóveda de forma cilíndrica o cónica. Entre las agrupaciones de sarcófagos destacan Chipuric, Petuen, Guan, y Ucaso.

DIBUJO DE FARDO FUNERARIO WARI Y DE SARCÓFAGO
DE PURUNMACHO EN UCASO. Nótese la relación entre la máscara
de tabla Wari y la mandíbula prominente del sarcófago.
LOS SARCÓFAGOS Y MAUSOLEOS
En el norte de Chachapoyas se encuentra la mayoría de los sarcófagos, como, por ejemplo, Carajía, Ayachaqui, Léngate y el Pueblo de los Muertos, mientras que en el sur se encuentran en su mayoría los mausoleos. Y lo que tienen todos estos sitios funerarios en común es su situación. Se encuentran en lugares aislados y en lo alto de los precipicios de las montañas, la mayoría inaccesibles, en grutas o galerías. La mayor parte de las grutas y galerías fueron realizadas especialmente para la construcción de estos lugares funerarios.

KARAJIA
Constituye uno de los sitios de sarcófagos preincas, que están emplazados en una cueva excavada en lo alto de un precipicio de varios cientos de metros, que se encuentra ubicado en un pequeño valle de altas y escarpadas paredes, en la cuenca del Marañón, departamento de Amazonas. Estos sarcófagos fueron encontrados en agosto de 1985 sin signos de haber sido profanados jamás, precisamente por hallarse en un sitio casi inaccesible a una altura de 2702 metros. Los sarcófagos llegan a medir hasta 2,40 metros de altura y fueron realizados mediante la elaboración de gruesas paredes de arcilla mezcladas con paja brava, que se conservan gracias a un armazón de madera, juncos y piedras.
Hasta hoy en día se han conservado seis tumbas individuales, colocadas en fila y pegadas por sus costados unas junto a otras. «Está constituido por una cápsula de arcilla que alberga una momia, en cuclillas, envuelta en telas y sentada [...] sobre un cuero de animal. Diversos objetos tales como recipientes de cerámica y utensilios empleados en el arte textil aparecen alrededor del difunto momificado, en calidad de ofrendas, acaso seleccionadas
entre las prendas de las que dispuso en vida. Las “cápsulas” no abundan en ofrendas» (Kauffmann Doig 2003: 208). Así, cada sarcófago alojaba a una persona y la datación obtenida por radiocarbono, tras el análisis de un trozo de madera de uno de los sarcófagos derruidos, permite remontar los sarcófagos de Carajía al año 1460 d. C.

El arqueólogo Federico Kauffman Doig junto a los sarcófagos de Karajia

LOS PINCHUDOS
En 1980, durante la visita científica dirigida por el arqueólogo Federico Kauffmann a los alrededores del Abiseo, se descubrió un conjunto de mausoleos resguardados por estatuas antropomorfas talladas en madera colgada en el lugar. Los personajes aparecen con las manos juntas en el pecho, las piernas están un poco flexionadas y llevan un tocado en forma de
T invertida. Tienen grandes orejeras y están con el sexo al descubierto. Se les conoce como los pinchudos. Sin duda se trata de algún culto vinculado a la fertilidad y al culto a los ancestros. El complejo funerario está incrustado en las alturas rocosas, sobre cuyas salientes el hombre construyó estructuras arquitectónicas de forma circular y cuadrangular desafiando los precipicios; para ello, utilizaron los materiales inmediatos como la piedra arenisca y la piedra pizarra; esta última aplicada en las diversas decoraciones del lugar.
Las múltiples evidencias arquitectónicas dan testimonio de la combinación de los materiales pétreos con la madera; de manera que a la altura de los techos se colgaron las estatuillas esculpidas. Según se sabe, estas tumbas en su mayoría no fueron unipersonales, sino que albergó unos tres a cuatro personajes, no pudiéndose haber precisado en que tiempo fueron saqueadas dichas evidencias y en donde se encuentran actualmente las momias que éstas albergaban.

Los Pinchudos
LAGUNA DE LOS CÓNDORES
A la Laguna de Los Cóndores llegó el 15 de Agosto de 1997, un equipo especial del Centro Mallqui, de Ilo, dedicados al estudio y preservación de los restos humanos de sitios como éste, donde encontraron 6 mausoleos con cerca de 100 momias muy bien conservadas, además de textiles, cerámica, mates, collares de conchas, alfileres de metal y muchos "quipus" utilizados por los incas. Los mausoleos son de piedra y barro, decorados con bandas de colores rojo y amarillo sobre blanco. Las decoraciones de las chulpas son geométricas, típicas de la cultura Chachapoyas. Estos mausoleos se encuentran en un cerro cortado verticalmente con una laguna negra de extraordinaria belleza.


Sarcofago de Karajia
C.- RELIGIÓN E ICONOGRAFÍA
Sus dioses Eran la serpiente, el cóndor y el jaguar, los Cuales fueron representados en la Arquitectura; como la serpiente se simboliza Por los frisos en forma de zigzag, y el ojo del jaguar por los frisos romboidales.
Los chachapoya rendían culto máximo al agua y comprendieron que ella era la dadora de vida, ya que fertilizaba sus campos, valles y bosques, dándoles el sustento necesario. Probablemente vieron en los ríos una serpiente cósmica que se desplazaba a través de su territorio. Los Chachapoya orientaban sus centros ceremoniales, viviendas y mausoleos hacia los lagos y lagunas que eran consideradas lugares de origen o pacarinas.
Las serpientes, los monos, los felinos y las aves fueron seres importantes dentro de la cosmovisión Chachapoya.
La serpiente representada en zigzag es el diseño más difundido. Al estudiar las representaciones iconográficas de la región de Chachapoyas, puede ser un poco difícil reconocer cuáles fueron originales y cuáles impuestas por los incas. A pesar de ello, el investigador Peter Lerche ha identificado las tres principales figuras de importancia para la gente de este período que están representadas en gran cantidad de objetos y lugares.
El cronista Valera dice que los chachapoyas adoraban a las culebras y que tenían al cóndor como su principal dios. Lerche cree que la adoración al cóndor fue introducida por los incas. Si esto fuera así, los frisos de Pajatén que representan a cóndores habrían sido hechos durante el dominio incaico.
La serpiente aparece representada como zigzag en los frisos de los edificios circulares. El zigzag es precisamente el diseño más difundido en el área geográfica controlada por los chachapoyas y su presencia en diversos mausoleos señalaría una relación entre la serpiente y los ancestros.
Otro símbolo relacionado con los ancestros sería la forma de T utilizada en algunos nichos de las cámaras funerarias como las de Revash. También aparece en el rostro de algunos sarcófagos de Chepuric. Los ídolos de madera conocidos como los pinchudos llevan sobre la cabeza ese mismo símbolo, sólo que invertido. Lerche piensa que el sexo masculino está relacionado con el culto a los ancestros.
Los rombos y las grecas son formas que aparecen frecuentemente en los frisos arquitectónicos de la cultura Chachapoyas. Algunos investigadores los vinculan al sexo femenino.


Los Purunmacho
D. CERÁMICA.
Es tosca y buena instancia de parte de la encontrada es utilitaria, trabajada Sencillamente. Las Técnicas del Decorado fueron el estampado, punteado y Técnica incisa. Las vasijas llevaban Aplicaciones de bandas en los bordes; algunas Presentan incisiones o Pequeñas protuberancias en el Cuerpo.

E.-TEXTILERIA
Fueron hábiles textileros que dominaron la tapicería, el bordado, el tejido pintado, y el arte de las plumas, usando para ello finas fibras de camélidos y de algodón, trabajados en telares de cintura con herramientas de costura como husos, agujas, etc. Sus prendas de vestir estaban finamente adornadas con dibujos de serpientes, aves, monos y felinos, donde predominaban los colores ocre, marrón, rojo, amarillo, negro y blanco, provenientes de árboles y plantas.

F.- FIN CONQUISTA INCA
Los primeros cronistas españoles indican que, al momento de la conquista Inca, el territorio Chachapoya estaba dividido en varios cacicazgos con sus propios clanes. Se trataba de una sociedad segmentada pero con una estructura homogénea marcada por la arquitectura, la cerámica y la agricultura. Por razones administrativas los Inca unificaron dichos clanes bajo el nombre de Chachapoya.
La conquista Inca del territorio Chachapoya se inició hacia el año 1470, cuando el soberano era Túpac Yupanqui, quien tuvo que hacer grandes esfuerzos por doblegar la resistencia y ferocidad de los Chachapoya, sin embargo la incorporación no fue total. A los mensajeros que fueron enviados por el Inca para ofrecer la guerra o la paz, los Chachapoya respondieron que estaban dispuestos a tomar las armas y morir en defensa de su libertad.
Cuando Huayna Cápac asumió el mando del Imperio Incaico hizo varios intentos por culminar la conquista de los Chachapoya, pero la bravura de ese pueblo obligó a las huestes imperiales a regresar hasta en dos oportunidades al Cusco para rearmar sus tropas.
La fuerza que imprimió Huayna Cápac a su último avance fue tal que los Chachapoya tuvieron que aceptar la derrota y pedir la paz. Para afianzar su poder en los nuevos dominios y debido al carácter belicoso de los recién conquistados, Huayna Cápac implantó el sistema conocido como "mitimae", por el cual envió al Cusco y a otras regiones del Tahuantinsuyo a un gran número de pobladores Chachapoya, colocando nuevas tropas incaicas en aquél lugar. A pesar de algunas rebeliones Chachapoya en tiempos de Huáscar y Atahualpa, éstos no pudieron deshacerse del yugo Inca. A la llegada de los españoles prefirieron aliarse con los foráneos, mediante la famosa alianza "hispano-chacha", en vez de permanecer bajo el dominio incaico.


INVESTIGACIONES
Numerosos viajeros y científicos como Charles Wiener en 1864, Ernst Middendorf en 1865 y Antonio Raimondi en 1869, realizaron las primeras decripciones de la región en el siglo XIX.
El siglo pasado lo hicieron Adolph Bandelier en 1907, Julio C. Tello en 1937, Louis Langlois en 1940, Henry y Paule Reichlen en 1950, Duccio Bonavia en 1968, Gene Savoy en 1970, Arturo Ruiz en 1972, Donald Thompson en 1974, Inge Schjellerup en 1984, Peter Lerche en 1986, Federico Kauffmann en 1988 y Alfredo Narváez en 1996. En años recientes Adriana von Hagen hizo algunos estudios sobre los Chachapoya el 2002, mientras que Kauffmann y Narváez reforzaron sus investigaciones.

BIBLIOGRAFIA

  • "Los Chachapoya" / Federico Kauffmann y Giancarlo Ligabue.
  • "El Reino Perdido" / AFP Integra.
  • "La Fortaleza de Kuélap" / Alfredo Narváez / Revista Arkinka Nº 12 y 13.
  • "Los Chachapoya y la Laguna de los Cóndores" / Adriana von Hagen.
  • "Culturas Prehispánicas" / El Comercio y Universidad Ricardo Palma.
  • "La Crónica del Perú" / Pedro Cieza de León.
  • "Comentarios Reales de los Incas" / Inca Garcilaso de la Vega.
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