Mostrando entradas con la etiqueta guerra con chile. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta guerra con chile. Mostrar todas las entradas

miércoles, 27 de enero de 2021

Chile: País ladrón y carente de vergüenza "El saqueo chileno al Perú entre 1879 y 1884"

Chile: País ladrón y carente de vergüenza.- El saqueo chileno del Perú entre 1879 y 1884.- Homenaje a la deshonesta república que más ha robado a sus vecinos de la América del Sur.- Documentos y textos para la Historia de Chile y el Perú
Escribe: César Vásquez Bazán

El soldado chileno de la izquierda sostiene en los brazos los robos realizados en Iquique y Tarapacá; el de la derecha carga en una canasta el producto de los hurtos en los territorios peruanos de Pisagua, Dolores, Agua Santa, Pozo Almonte, y La Noria y en los pueblos bolivianos de Cobija y Tocopilla. La ilustración fue publicada en el periódico chileno El Barbero, edición del 16 de diciembre de 1879.

En 1879, Perú sufrió una guerra de agresión y conquista territorial planificada con antelación por la República de Chile. Muchos tienen presente que el territorio peruano fue desmembrado con el robo de Tarapacá y Arica (49 mil kilómetros cuadrados). Sin embargo, lo que no se recuerda es que lo que se presenció en la Guerra del Salitre, entre 1879 y 1884, constituyó un crimen de lesa humanidad practicado por el gobierno y las fuerzas armadas de Chile. Fue además una expresión de repudio racista contra el Perú, nación de cholos, mestizos e indios. Para llevarla adelante, el gobierno chileno adquirió la experiencia necesaria “pacificando” la Araucanía y cancelando la vida de miles de pobladores indígenas, habitantes originarios del propio Chile.

Las acciones en las que se vieron envueltas las tropas chilenas durante la invasión del Perú configuran un crimen horrendo: genocidio. Violando la Convención de Ginebra de 1864 y la Declaración de Bruselas de 1874, las tropas chilenas asesinaron con frialdad a heridos peruanos. Al grito de “mueran los cholos”, se enorgullecían de “no tomar prisioneros”. Miles de peruanos perecieron “repasados” por los fusiles invasores. Ciudadanos de toda condición, hogares, pueblos, autoridades, instituciones, empresas e iglesias fueron violados, vejados, humillados, saqueados, deportados, asesinados y destruidos por las tropas de ocupación, que remitían felices y conscientes a Chile el botín de la rapiña. Chile dio muerte, inclusive, a marinos peruanos que trece años antes –con sus vidas y sus naves– lo habían protegido de la agresión española. Destaca entre ellos el nombre de Miguel Grau, al que la Historia recuerda como el Caballero de los Mares, por su respeto y humanidad con los vencidos.
Contrasta con la grandeza de Grau la miseria de los generales del sur que ordenaban el “repase” de los heridos, el fusilamiento de los prisioneros y el saqueo de los pueblos peruanos. Triste situación la de un país cuyos principales héroes militares son criminales de guerra que mancharon su foja de servicios con los crímenes contra la humanidad, atrocidades y robos cometidos en el Perú.

El general chileno manco Erasmo Escala Arriagada se acerca a tierra llevando sobre los hombros el producto de los robos y saqueos perpetrados en el Perú. La ilustración fue publicada en el periódico chileno El Barbero, edición del 29 de noviembre de 1879.

Inclusive treinta y cuarenta años después de 1879, en las primeras décadas del siglo XX, cuando Chile ocupaba Tacna y Arica, la política oficial de ese gobierno –conocida como “chilenización”– violentó e incluso asesinó a los peruanos que en esa tierra, su propia tierra, levantaban la bandera de Bolognesi, Grau y Cáceres y se negaban a adoptar la nacionalidad chilena.
La conducta que describimos ilustra nuestro pasado común. Es historia que no puede borrarse. Trasunta el pasado y problematiza el futuro. Para los peruanos es una lección que debemos mantener presente, no sólo por patriotismo y dignidad, sino por mero instinto de conservación nacional frente a un país cuyo arrogante lema es que las cosas se hacen “por la razón o la fuerza”.
Si los chilenos quieren sinceramente que el futuro una a nuestras dos naciones, si realmente anhelan que el pasado no nos divida, la condición fundamental de ese proceso es reconocer la responsabilidad histórica de Chile en el genocidio, desmembramiento territorial y saqueo del Perú. El primer paso de una verdadera reconciliación entre nuestras dos naciones es que Chile solicite disculpas públicas al pueblo peruano por su conducta y acciones delictivas durante la guerra que declaró en 1879 y ofrezca las reparaciones que la Historia exige.
Para que las anteriores acciones se produzcan, es imprescindible que el pueblo de Chile tome conciencia de la gravedad y extensión de los crímenes cometidos entre 1879 y 1884. Los artículos siguientes han sido escritos con la finalidad que los chilenos conozcan los saqueos, robos y otros vejámenes cometidos en su nombre, contra el Perú y los peruanos, durante el Conflicto del Salitre. Todos ellos están sustentados con evidencias documentales chilenas que demuestran la responsabilidad del país del sur en la ejecución de los citados crímenes de guerra. 

Lima, 30 de septiembre de 2012

El robo de las estatuas de mármol de los leones de Lima
Rateros chilenos de uniforme robando en Chorrillos, enero de 1881

A la izquierda, el Monumento al Dos de Mayo, ubicado en la Plaza de ese nombre, en la ciudad de Lima. A la derecha, el Monumento al Dos de Mayo –gemelo del anterior– hurtado por Chile en 1881 y ubicado hoy en la ciudad de Talca
Neptuno, estatua propiedad del Gobierno del Perú, robada de Lima por Chile en 1882. Actualmente se encuentra en la Plaza Aníbal Pinto (antes Plaza del Orden) en Valparaíso, tal como describe el intendente de ese puerto en carta de 1882 al presidente de Chile.


Lista de los libros traídos del Perú, testimonio del robo de los libros de la Biblioteca Nacional del Perú y materiales de enseñanza de la Universidad de San Marcos, reportados en el Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Sumario, lunes 22 de agosto de 1881, Año V, número 1,315

En el tercio inferior de la columna de la derecha se inicia la publicación (en tres partes) del informe sobre los libros y objetos científicos robados al Perú y remitidos  a la Universidad de Chile por la Intendencia General del ejército invasor. El informe está fechado en Santiago el 3 de agosto de 1881 y tiene dieciséis páginas. Es elevado por Ignacio Domeyko, rector de la citada Universidad, al ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública Manuel García de la Huerta. Domeyko expresa cumplir así con lo dispuesto en el decreto supremo del 22 de marzo de 1881.
En el documento, el rector de la Universidad de Chile da cuenta de haber recibido “una multitud de objetos” repartidos en setentaicuatro cajones y ochenta bultos. Entre los objetos a los que tuvo acceso Domeyko se encontraron:
— Instrumentos y aparatos para la enseñanza de la física y de la química
— Una colección de muestras para la química orgánica y farmacia
— Preparaciones anatómicas
— Objetos de historia natural
— Libros que sumaron más de diez mil volúmenes de libros, muchos de ellos publicados en el siglo XVI y XVII,  incluyendo  múltiples joyas bibliográficas universales, y
— Una colección geológica de rocas

Continúa la publicación de la Lista de los libros traídos del Perú, que prueba el robo de los libros de la Biblioteca Nacional del Perú y de los materiales de enseñanza de la Universidad de San Marcos. El reporte apareció en el Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Sumario, martes 23 de agosto de 1881, Año V, número 1,316. La relación se encuentra ordenada por cajones y presenta los libros numerados y con indicación de su tamaño y el número de volúmenes que incluye cada uno. En las páginas interiores del Diario Oficial continúa la publicación del contenido de cada uno de los cajones.

Continúa la publicación de la Lista de los libros traídos del Perú, que prueba el robo de los libros de la Biblioteca Nacional del Perú y de los materiales de enseñanza de la Universidad de San Marcos. El reporte apareció en el Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Sumario, miércoles 24 de agosto de 1881, Año V, número 1,317. En las páginas interiores del Diario Oficial continúa la publicación del contenido de cada uno de los cajones. Aquí se concluye la publicación de la Lista.

Textos y documentos para la Historia de Chile y el Perú 

I. Los militares y marinos chilenos como ladrones

I-1. Marinos y soldados chilenos denunciados como ladrones por la prensa de su propio país.- Periódico chileno “El Barbero” los presenta como saqueadores

I-2. Chile roba a los peruanos en 1880.- Rapiña chilena levantó con todo: joyas de oro con perlas y diamantes; relojes, cadenas y anillos de oro con brillantes, rubíes y piedras preciosas; kilos de oro y plata para fundir

I-3 Robos de Chile en el Perú.- New York "Herald" informa sobre los ladrones chilenos durante la Guerra del Salitre.- Ya desde 1883 el mundo conocía las raterías de la oligarquía y los rotos chilenos en el Perú

I-4. Palacio de Gobierno del Perú convertido en gigantesco burdel por orden del Gobierno de Chile a través de los ladrones Pedro Lagos y Cornelio Saavedra.- Invasores llenaron de cantineras y prostitutas chilenas la Casa de Gobierno en Lima.- Lo informó el New York "Herald", el 7 de septiembre de 1883


I-5. Saqueo y destrucción de Lima en 1881 por las fuerzas armadas chilenas.- Salvajismo y rapiña de los genocidas del sur

I-6. Embajador de EE. UU. en Perú Isaac P. Christiancy informa al Secretario de Estado de EE.UU. sobre el robo por los chilenos de la Biblioteca Nacional, el Palacio de la Exposición, la Escuela de Medicina de San Fernando y la Escuela de Artes y Oficios.- Sucedió en Lima, en 1881

I-7. Ladrones chilenos se llevaron de Lima ollas, platos y hasta las lozas del piso.- Jorge Basadre describe el saqueo chileno de la capital peruana en 1881

I-8. Chile reconoce el saqueo del Perú durante la Guerra del Salitre.- Edicto del ministro de Guerra y Marina de Chile aclarando que el producto de los robos en el Perú pertenece al Estado chileno


I-9. Chile organiza el saqueo del Perú.- Crea ente para centralizar los robos y exacciones al Perú y los peruanos.- Oficina Recaudadora de Contribuciones se encargaría de succionar los bienes peruanos y enviarlos a Chile

II. El saqueo de Chorrillos

II-1. Chorrillos en 1868, años antes de la masacre, saqueo y destrucción perpetrados por los genocidas chilenos.- Fotografías de Courret Hermanos

II-2. Chorrillos destruido en enero de 1881 por los genocidas chilenos.- Peruano: Nunca olvides de lo que fueron capaces nuestros vecinos del sur.- Chileno: Toma conciencia de los crímenes de guerra cometidos por tu país

II-3. El saqueo de Chorrillos, Barranco y Miraflores por la “hermana” República de Chile.- “Hay orden de poner todo a sangre y fuego. Nosotros quemamos, el Perú paga”.- Tomás Caivano relata el Holocausto de Chorrillos


II-4. El Holocausto de Chorrillos.- Miembro del estado mayor chileno describe la carnicería, saqueo y devastación de Chorrillos por los genocidas del sur.- Baquedano ante la matanza y el incendio: “¿Qué puedo hacer yo?”

II-5. Subteniente chileno describe la matanza, saqueo e incendio de Chorrillos.- Repase de heridos, fusilamiento de prisioneros, violaciones, robo, destrucción e incendios generalizados.- Tufo racista de la soldadesca chilena

II-6. Soldadesca chilena saqueando Chorrillos en enero de 1881


III. Robo de la Biblioteca Nacional de Lima

III-1. Chile roba los libros de la Biblioteca Nacional de Lima.- Escribe: Ricardo Palma

III-2. Rector de Universidad de Chile descubre el robo del Perú por los saqueadores sureños.- Describe los objetos científicos “extraídos” por Chile de nuestro país.- Sin proponérselo, el “Informe Domeyko” prueba que Chile es un país ladrón y carente de vergüenza

III-3. Documentos del Gobierno de Chile reconociendo el robo de libros de la Biblioteca Nacional del Perú y la sustracción de objetos científicos.- Textos originales del Diario Oficial de la República de Chile (22, 23, y 24 de agosto de 1881)

III-4. Presidente de Chile Domingo Santa María reconoce el hurto de libros de la Biblioteca Nacional del Perú.- Atribuye la ratería chilena a “un momento de ardor bélico”.- Se deduce entonces que cuando a los chilenos les entra “ardor bélico” se dedican a robar.- Carta de Santa María a Ricardo Palma fechada 14 de marzo de 1884

III-5. Saqueo de libros peruanos.- Periodista chileno Marcelo Mendoza denunció el robo de los libros de la Biblioteca Nacional del Perú por las fuerzas chilenas de ocupación entre 1881 y 1883

III-6. Chile reparte lo robado a la Biblioteca Nacional e instituciones educativas del Perú.- Ocho organismos chilenos se adueñaron de lo saqueado en el Perú: El laboratorio de física de la Universidad de Chile, el laboratorio de física del Instituto Nacional de Chile, el museo anatómico de la Universidad de Chile, el Museo Nacional de Chile, la Oficina Hidrográfica de Chile, la Oficina Meteorológica de Chile, la biblioteca de física del laboratorio de la Universidad de Chile y la Biblioteca Nacional de Chile

III-7. General chileno ladrón Marcos Segundo Maturana regala a la Universidad de Chile los libros que había robado en el Perú

III-8. Obra en ocho tomos donada por don José de San Martín a la Biblioteca Nacional del Perú fue robada por sargento mayor chileno quien “obsequió” los volúmenes al historiador Benjamín Vicuña Mackenna.- A su vez, los ocho tomos autografiados por el Libertador fueron “regalados” por Vicuña Mackenna a la Biblioteca Nacional de Chile, la que los aceptó como “libros adquiridos por obsequio”

III-9. Historiadores Benjamín Vicuña Mackenna y Diego Barros Arana reducidores de los libros robados por Chile de la Biblioteca Nacional del Perú.- Así lo evidencia carta de Vicuña Mackenna e “Informe Domeyko”

IV. Robo del Archivo Nacional del Perú 

IV-1. Chile saquea el Archivo Nacional del Perú.- Miles de documentos desaparecieron o se mutilaron, destruyéndose la clasificación de los legajos.- Chileno José Toribio Medina vino de Santiago a Lima para dirigir la selección y envío de los documentos robados por los invasores.- Hoy forman parte de la “Sección Peruana” del Archivo Nacional de Santiago

V. Robo del Palacio de la Exposición de Lima y obras de arte

V-1. Chile desvalija el Palacio de la Exposición de Lima.- Patricio Lynch firma en 1882 decreto ordenando el robo y remisión a Santiago de obras como “Los Funerales de Atahualpa” y “La Libertad” del pintor Luis Montero

V-2. Chile reconoce el robo de objetos de arte de propiedad del Perú.- Chilenos asaltaron el Palacio de la Exposición de Lima y levantaron con todo lo que pudieron.- Informe del jefe de la ocupación chilena Patricio Lynch al Ministro chileno de Guerra y Marina

V-3. Saqueo chileno del Palacio de la Exposición de Lima.- Minuta de Patricio Lynch muestra que chilenos hurtaron de todo: obras de arte, monumentos, estatuas de mármol y fierro, columnas, planchas, mesas y asientos de mármol, pedestales, jarrones, candelabros, maceteros, escaleras, balaustres y hasta pájaros y serpientes disecadas

V-4. Patricio Lynch remite a Chile lo robado en el Palacio de la Exposición de Lima


V-5. Chile roba los leones de mármol que adornaban Lima.- Cacos sureños remiten a Santiago el producto de sus hurtos

V-6. Chile saquea Lima entre 1881 y 1884.- Chilenos robaron estatuas y bancos de mármol, el cañón de bronce de Ayacucho, árboles y arbustos del Jardín Botánico de Lima, los leones y otros animales del Zoológico

VI. Robo del Jardín Zoológico de Lima

VI-1. Chile robó los leones del Zoológico del Palacio de la Exposición de Lima.- Rateros chilenos se los llevaron a fines de 1881

VII. Robo del Reloj de Pedro Ruiz Gallo

VII-1. El Reloj de Pedro Ruiz Gallo en el Palacio de la Exposición de Lima.- Otro de los robos de Patricio Lynch y los invasores del sur en 1882

VIII. Robo de la Universidad de San Marcos

VIII-1. Saqueo chileno de la Universidad de San Marcos.- Invasores a órdenes de Lagos Marchant robaron, destruyeron o inutilizaron los Gabinetes de Física y Mineralogía, Laboratorio de Química, Gabinete de Anatomía, el Jardín Botánico, el Museo de Historia Natural, la Sala de Disecciones y la Biblioteca

VIII-2. Coronel chileno Pedro Lagos Marchant robó los gabinetes de Física, Química y Mecánica de la Universidad de San Marcos y libros de la Biblioteca Nacional del Perú.- Ladrón chileno los "obsequió" al Liceo de Chillán en 1881.- Informe del director de dicho Liceo reconoce el hurto.- Chile: País ladrón y carente de vergüenza

VIII-3. Patricio Lynch denuncia a “particulares chilenos” como responsables del saqueo del Perú.- Reconoce que Chile robó la Biblioteca Nacional, la Imprenta del Estado, el Gabinete de Física, mobiliario y otros valiosos artículos.

IX. Robo del Observatorio Astronómico de Lima

IX-1. Chile roba los instrumentos científicos del Observatorio Astronómico de Lima.- En 31 cajones, cacos chilenos remitieron a su país el equipo de nuestro Observatorio

X. Robo de la Imprenta del Estado Peruano

X-1. Así robó Chile la Imprenta del Estado Peruano.- Por órdenes del gobierno chileno, Lynch sustrajo en 1881 valioso equipo tipográfico.- Confiesa el hurto en su “Memoria”

X-2. “Destruir Lima y reducir el Perú a polvo y escombros”.- Las exigencias del diario chileno “La Patria” de Valparaíso el 31 de enero de 1880.- Los ladrones Isidoro Errázuriz Errázuriz y Luis E. Castro Castro

XI. Robo de la Casa de la Moneda

XI-1. Chile saquea Casa de la Moneda de Lima con premeditación, alevosía y ventaja.- Informe de 1881 del invasor Federico Stuven proponiendo el envío a Chile de los equipos peruanos de amonedación

XI-2. Chile roba toda la maquinaria de la Casa de la Moneda de Lima.- Sucedió en abril de 1881 por órdenes del atracador Pedro Lagos Marchant.

XII. Robo de la Escuela de Artes y Oficios, Factoría de Bellavista, Maestranza de Guías y Fábrica de Pólvora

XII-1. Chile roba 4,700 toneladas de equipo de Escuela de Artes y Oficios, Factoría de Bellavista, Maestranza de Guías y Fábrica de Pólvora.- Conocido ladrón chileno Federico Stuven informa sobre las raterías y confima la confesión del Intendente sureño Dávila Larraín

XIII. Robo del Museo de Artillería

XIII-1. Chile se llevó de Lima “todo aquello que tenía algún valor”.- Información del francés E. Le Léon, teniente de navío en la Armada de su país y agregado al ejército chileno.- La descripción apareció en sus “Recuerdos de una misión en el ejército chileno”, publicados en 1883

XIV. Robo de antigüedades peruanas

XIV-1. General chileno Marcos Maturana roba “importantes antigüedades peruanas” y las regala al Museo del Louvre.- Teniente francés E. Le Léon relata el “obsequio” del ladrón Maturana durante la ocupación chilena

XIV-2. El colmo: General chileno ladrón Marcos Segundo Maturana condecorado por Francia.- País europeo agradeció “donación” de los jarrones incaicos y otras antigüedades peruanas robadas por Maturana en Lima

XV. Robo del Monumento al 2 de Mayo

XV-1. En 1881 Chile pensó robar el Monumento al 2 de Mayo.- Lo propuso el diario “La Patria” del caco Isidoro Errázuriz.- Periodista colombiano Adriano Páez denunció los delitos de la nación sureña tras la caída de Lima en 1881

XV-2. Monumento al 2 de Mayo destinado al Callao, gemelo del de Lima, fue robado por Chile.- Coronel chileno José Francisco Gana lo “obsequió” a Talca, su ciudad natal

XVI. Robo de dinero a mano armada

XVI-1. Chile impone exacción mensual de un millón de pesos plata a Lima y Callao (US$22,700,000 de hoy).- 50 peruanos tienen 8 días para pagar.- Ladrones chilenos amenazan con destruir propiedades por un valor mínimo tres veces mayor que el cupo impuesto.- Encargan la destrucción al criminal de guerra Pedro Lagos Marchant

XVI-2. Chile roba US$11,350,000 a 250 peruanos.- Continúa asalto a mano armada en el Perú.- Ladrones chilenos aplican “gastos de cobranza”, “intereses penales” y “recargos”

XVI-3. Criminal de guerra Lynch y saqueador Stuven destruyen la Hacienda "Palo Seco" y la infraestructura de Supe, Paita y Chocope.- Mayúsculas y generalizadas violaciones de las leyes de la guerra por los invasores

XVI-4. “Palo Seco”, la hacienda cerca de Chimbote destruída por los asaltantes chilenos.- Dueño Dionisio Derteano se negó a pagar la extorsión que quiso imponerle el caco Lynch.

XVI-5. Expedición de ladrón chileno Ambrosio Letelier saquea sierra central del Perú.- Historiador chileno Gonzalo Bulnes reconoce: “Mas que campaña militar la Expedición Letelier se transformó en una gran requisición de dinero a mano armada”

XVI-6. Caco chileno Ambrosio Letelier extorsiona a comerciante italiano de Cerro de Pasco para extraerle el equivalente de US$1,135,000 del día de hoy

XVI-7. Forajido chileno Ambrosio Letelier cobra en Banco de Londres, México y Sudamérica cheque al portador por medio millón de soles.- Rufián sureño pasó por Caja al regresar a Lima el 15 de julio de 1881.- ¿Cómo así se apoderó de ese cheque? - Según Patricio Lynch, su jefe y colega de rapiña, Letelier lo recibió producto de una venta de barras de plata saqueadas durante su expedición a la sierra central

XVI-8. Rufián chileno Letelier condenado a seis años de presidio y baja del ejército por apropiarse del botín de expedición a la sierra central del Perú.- Sentencia no es por saquear, robar e imponer cupos sino por no haber entregado todo el producto de sus robos al Estado chileno.- Foja oficial de servicios de Letelier oculta que fue dado de baja en 1882

XVI-9. Llover sobre mojado.- El artículo “Expedición a Junín” [Expedición Letelier] escrito por la hija del teniente coronel chileno Ambrosio Letelier

XVII. Robo de la Hacienda Montalván del Libertador Bernardo O'Higgins

XVII-1. Ladrones chilenos asaltan propiedad del Libertador Bernardo O'Higgins.- Cacos del sur robaron Hacienda Montalván en Cañete.- Levantaron con los objetos existentes y los remitieron a Valparaíso.- Chile: País ladrón y carente de vergüenza

XVIII. Otros robos y saqueos

XVIII-1. Chile roba del Perú “más de dos mil rieles” y cañones.- Reconocimiento del latrocinio aparece en la “Memoria 1882” de Patricio Lynch

XVIII-2. Cobardes invasores chilenos matan a palos y culatazos rebaño de 500 ovejas en Supe.- Cumpliendo órdenes del criminal de guerra Lynch, salvajismo fue obra de soldadesca del regimiento Buín

XIX. Violación de las leyes de la guerra y el saqueo del Perú

XIX-1. Leyes de guerra aceptadas en la época del Conflicto del Salitre fueron violadas por Chile al saquear el Perú.- Entre 1879 y 1884 Chile se ensució en el Derecho Internacional.- Se burló de las “Leyes de guerra para los ejércitos de tierra” de 1880.- Hizo caso omiso de la “Declaración de Bruselas” de 1874.- Se jaraneó de risa de las “Instrucciones para los ejércitos de los Estados Unidos en campaña” (Código Lieber) de 1863

XIX-2. Chile violó las leyes de guerra durante el Conflicto del Salitre.- Declaración de Bruselas de 1874 pone en evidencia crímenes de guerra y delitos chilenos

XIX-3. Crímenes de guerra de Chile en la Guerra del Salitre y la violación del artículo sexto de la Convención de Ginebra de 1864.- El repaso de heridos peruanos y bolivianos

XIX-4. Convenciones de Ginebra de 1864 y 1868 para mejorar la condición de los militares heridos en campaña.- Chile no respetó los Convenios, como lo prueba la criminal práctica del “repase”

XIX-5. Al comenzar la Guerra del Salitre, Chile hizo suyos los avances en materia de leyes de guerra contenidos en la Declaración de Bruselas de 1874, la Convención de Ginebra de 1864 y otras disposiciones.- Gobierno de Chile publicó en 1879 recopilación oficial de leyes de la guerra en el manual “El derecho de la guerra y los últimos progresos de la civilización”.- Con carácter de código militar, leyes de guerra se comunicaron al ejército y escuadra de Chile para que reglasen su conducta a esas disposiciones.- Adopción voluntaria de leyes de la guerra impide a Chile justificar incumplimiento de las normas del Derecho Internacional aduciendo desconocimiento o no haber suscrito la Declaración de Bruselas de 1874

XIX-6. Crímenes de guerra cometidos por Chile en el saqueo y robo del Perú durante el Conflicto del Salitre.- Violaciones chilenas a las “Leyes de la guerra para los ejércitos de tierra”

lunes, 6 de junio de 2016

Así burló la corbeta "Unión" el bloqueo chileno en Arica de 1880

"Había cumplido con una notable acción al romper el bloqueo, al afrontar el combate sin detrimento de las operaciones de desembarco de su carga y, sobre todo, el efectuar con éxito la segunda ruptura del bloqueo", cuenta el historiador Jorge Basadre.

Un 17 de marzo de 1880, la corbeta Unión, buque de la Marina de Guerra del Perú que "sobrevivió" al combate de Angamos, logró una doble hazaña ante la flota chilena: romper el bloqueo al puerto de Arica en menos de ocho horas.
En esos momentos la ciudad peruana de Arica afrontaba un bloqueo marítimo por parte de la fragata blindada Cochrane, los transportes Amazonas y Matías Cousiño, y el monitor Huáscar,  bajo bandera chilena. La corbeta Unión había zarpado el 12 de marzo de 1880 del Callao junto con el vapor Talismán llevando pertrechos para las tropas peruanas al sur del país que se preparaban para la invasión chilena. El comandante peruano de la Unión, Manuel Antonio Villavicencio, cargó la nave con 37 cajones con calzado, 39 fardos de loneta blanca, 1 cajón con 190 gruesas de botones, 5 cajones con 2 ametralladoras completas, 100 cajones con 100 mil tiros para rifles Remington y la lancha torpedera Alianza.

CORBETA UNIÓN
La Unión en la memoria de los peruanos
"Entró en Arica con las luces apagadas, navegando temerariamente pegada a la costa y sorprendiendo no solo a los adversarios sino también a los defensores del puerto. El Cochrane y el Amazonas se unieron al Huáscar y abrieron los fuegos sobre la corbeta y también sobre el monitor Manco Cápac durante la mañana hasta después de las dos de la tarde. Ambos barcos contestaron y fueron ayudados por la batería del Morro y las del norte.
Las operaciones de descarga pudieron concluir sin dificultades. Los buques chilenos se situaron luego en disposición de hacer casi imposible la salida de la Unión a la mar. El jefe del Cochrane Juan José Latorre llamó a los comandantes del Huáscar y del Amazonas con el fin de tratar "sobre la mejor manera de tomar colocación en la noche (según manifiesto en su parte) para intentantar un resultado definitivo respecto a la Unión". 
En esos mismos momentos, después de las cinco de la tarde, la corbeta largó sus amarras y zarpó a toda fuerza no con dirección al norte como creían sus adversarios sino con rumbo al sur "en medio de los vivas y aclamaciones entusiastas de la multitud de gente que coronaba el Morro y demás lugares cercanos a cuyas inmediaciones necesité pasar al dejar el puerto, según expresó en su parte oficial el comandante Villavicencio. Los buques chilenos emprendieron la persecución para abandonarla al llegar la noche." 

EL DATO
La corbeta Unión era una nave construida en 1865, con casco de madera protegida con hierro y cobre. Desplazaba 2.066,66 t y contaba con 10 cañones rayados Voruz de avancarga de 70 lb como armamento principal, en la batería, 6 por banda. Además contaba con 2 cañones Armstrong de 70 lb en proa y 2 cañones Parrott de 30 lb.Su sistema de propulsión era también mixto, con una hélice, siendo capaz de alcanzar una velocidad máxima de 13 kn

FUENTE: Jorge Basadre, 
"Historia de la República del Perú", tomo IX

sábado, 13 de febrero de 2016

Lima: "La batalla de los cinco presidentes"

La crónica olvidada. Un capítulo en la historia de nuestra capital a propósito de su 480 aniversario.
Si estuviéramos en Hollywood y su maquinaria de ensalzar la historia estadounidense, posiblemente habrían decenas de películas y todos estarían hablando en los medios sobre “La batalla de los cinco presidentes”. En los colegios, los estudiantes aprenderían a profundidad cómo un puñado de vecinos peleó de espaldas a sus casas con un ejército profesional que los triplicaba en número.
Pocos saben que entre el 13 y 15 de enero, de hace exactamente 129 años, el monitor Huáscar bombardeó el Morro Solar, Barranco, Chorrillos y trabó combate con la batería Alfonso Ugarte, instalada a la altura de donde hoy se ubica Larcomar. Porque muchos datos se desconocen de la mayor batalla librada en la capital del Perú, de cuyas trincheras surgieron cinco hombres que alcanzaron la Presidencia de la República.

HUELLAS DE LA GUERRA. 
Y aunque, efectivamente, suene a película hollywoodense, esos días en las arenas de San Juan y en las trincheras de Miraflores pelearon cuatro peruanos que en los siguientes años se convertirían en mandatarios. Nicolás de Piérola era a la sazón el actual gobernante, tras derrocar en pleno conflicto al Mariano Ignacio Prado, convirtiéndose en dictador.
Los otros tres, oficiales del Ejército, se batieron de cara al invasor. Miguel Iglesias combatió en San Juan defendiendo el cerro Santa Teresa y Marcavilca. El cajamarquino era jefe del I Cuerpo del Ejército, y ese 13 de enero de 1881 peleó desde las cinco de la mañana en toda la zona ubicada donde hoy se encuentran la estación Atocongo y el cementerio de la Policía Nacional. Pasado el mediodía, rebasadas sus líneas, retrocedió con el resto de sus hombres hacia el Morro Solar.
La defensa allí fue tan cerrada que muchas fuentes chilenas tratan lo de Chorrillos como una batalla aparte, independiente de lo acontecido en San Juan. De sus 5 mil 200 hombres quedaba menos de la tercera parte a esas alturas del combate. Las calles de Surco llevan hoy los nombres de algunos de los batallones que pelearon bajo su mando, como Batallón Tarma, Batallón Cajamarca, Batallón Callao y Libres de Trujillo, este último resaltado hace algunos meses en las noticias por ser donde Rodolfo Orellana tenía su vivienda. En el Morro aún se puede ver la placa de bronce en el punto donde se instaló el obús Rodman de 500 libras manejado por el teniente chotano David León. El reducto sostuvo el asalto de los batallones Melipilla y Coquimbo, a la vez que era castigado por la escuadra chilena, que incluía el monitor Huáscar, ya reparado luego de ser capturado en Angamos. En la cima muere en combate el mayor Alejandro Iglesias, quien no vería a su padre convertirse en el presidente posocupación chilena del Perú.


SAQUEO Y DESTRUCCIÓN. 
En ese mismo combate fue también tomado prisionero Guillermo Billinghurst, al momento jefe del Estado Mayor del Ejército del Norte. Según refiere en su obra Jorge Basadre, Iglesias, Billinghurst y otros altos oficiales fueron alineados frente a una tapia para ser fusilados. En ese momento, el oficial reveló la alta graduación de los allí presentes, por lo que el sargento que comandaba el pelotón de ejecución entendió que valían más vivos que con una bala en el pecho. No todos tuvieron la misma suerte. Durante la tarde y noche las tropas chilenas, sordas al llamado de sus jefes, incendiaron los balnearios de Chorrillos y Barranco en busca de botín. Quintas y rancherías de la aristocracia limeña y de ricos comerciantes extranjeros fueron saqueadas y destruidas, mientras que sus ocupantes fueron asesinados y vejados.
El 14 por la mañana, mientras los saqueadores dormían la resaca de la orgía, 13 bomberos italianos fueron detenidos por la soldadesca, que acusándolos de ser soldados mercenarios, los fusiló en el parque San Pedro. Todos eran miembros de la bomba Garibaldi que hasta hoy funciona en Chorrillos. Uno de ellos, Luca Chiape, tenía solo 17 años al momento de su inmolación.
Otro joven estaba a punto también de pasar a la historia con su sacrificio. Con el ejército de línea arrasado el 13 en San Juan y Chorrillos, en los reductos o trincheras de Miraflores quedaba la milicia ciudadana. Vecinos armados que se combinaron con los restos de las tropas regulares. Entre estos vecinos estaban los alumnos del Colegio Guadalupe, cuyos maestros muchas veces fungían de sus oficiales. Es en honor a ellos que se levanta en el óvalo de Higuereta el monumento a Los Cabitos, como se les llamó a estos estudiantes.
Uno de ellos era Manuel Bonilla -el estadio de Miraflores se bautizó en su nombre- de 15 años de edad. Testigos del hecho relatan que mientras asistía llevando municiones a los combatientes al pie del Reducto N° 3, en las cercanías de lo que es hoy la Base Aérea de Las Palmas, el coronel Narciso de La Colina subió al parapeto a alentar a sus tropas, muriendo instantáneamente. Bonilla vio esto y corrió a recoger su fusil y continuar haciendo fuego sobre el enemigo, pero la explosión de una granada lo mató.
Posiblemente el estallido se haya escuchado hasta el Reducto N° 1. Allí, enrolado en el batallón N° 2, compuesto por vecinos comerciantes de la ciudad, se encontraba Augusto B. Leguía, quien combatió toda la tarde como sargento de una compañía de civiles voluntarios. Sobrevivió para ser presidente en dos oportunidades, la última conocida como el Oncenio de Leguía, entre 1919 y 1930.


EL “BRUJO” CÁCERES. 
Pero también quedaban algunos militares de carrera al mando de los últimos restos del ejército regular. Entre los espacios dejados entre las fortificaciones de los reductos, los sobrevivientes de San Juan defendían el paso hacia Lima. En el espacio de los Reductos 1 y 2 se encontraba el coronel Andrés A. Cáceres, que dirigía -entre otros- a los batallones Zepita y Ayacucho con sus característicos uniformes blancos y cuellos celestes.
La tradición refiere que al mando de estas tropas, Cáceres cargó a la bayoneta logrando capturar cuatro cañones de campaña a su adversario. Durante el enfrentamiento, un disparo lo hiere en la pierna por lo que debe ser evacuado del campo de batalla. Tras pasar oculto cuatro meses en un convento hasta sanar sus heridas, tomó el camino de Chosica para iniciar la campaña de la Breña en la sierra. Cáceres vencería hasta en cinco ocasiones a las tropas expedicionarias que se enviaron a destruirlo durante más de un año. Su pericia no solo le otorgó el título de “Brujo de los Andes”, sino que la fama de jamás haberse rendido ante el enemigo allanó el camino para convertirse también en presidente de la República entre 1886 y 1890.
Cinco hombres que sin proponérselo, acaso combatiendo uno al lado de otro -salvo el caso de Piérola- en San Juan, Chorrillos, Barranco y Miraflores, ocuparon el más alto cargo de la Nación. Una historia que increíblemente casi nadie recuerda.



jueves, 4 de febrero de 2016

Andrés Avelino Cáceres, "El mariscal que nunca se rindió"

El material recopila la biografía del héroe ayacuchano y los aspectos poco conocidos del militar. El Ministerio de Defensa y Telefónica publican libro sobre “El brujo de los Andes”.

....Cuando el coronel Cáceres cargó la bayoneta en las pampas frente al Reducto N° 1, la batalla de Miraflores tenía más de una hora de haberse iniciado. Mientras estaba al frente del batallón Jauja, un disparo le fracturó el fémur, pero el bravo ayacuchano no se inmutó. Tras el primer choque rehizo a sus tropas, volvió a salir de las trincheras nacionales y atravesó la tierra de nadie. El Paucarpata y el Concepción chocaron aceros en lucha cuerpo a cuerpo con los chilenos de la III División que comandaba Pedro Lagos. El sol en ese momento marcaba las tres de la tarde.
Las balas sureñas de una onza de plomo buscaban el pecho del jefe peruano. Una de ellas finalmente se estrelló contra su catalejo, mientras el héroe lo tenía pegado al rostro. Sus ayudantes lo creían muerto, pero hacía falta más de un disparo para acabar con el caudillo.
Los ciudadanos-soldados, las milicias urbanas que se unieron al ejército regular para enfrentar al enemigo a las puertas de Lima, veían la magnitud del sacrificio y ellos mismos se lanzaron a lo más duro de la batalla. Los hombres de ese reducto, agrupados en el batallón N° 2 eran comerciantes y oficinistas de la ciudad, migrantes italianos y estudiantes del colegio Guadalupe. Bajo el comando del coronel Cáceres lograron la hazaña de apoderarse de cuatro cañones Krupp. Pero no fue suficiente.


“Por fin los reductos fueron tomados a punta de bayoneta. Estaban colmados de cadáveres, de cuerpos muertos de infelices adolescentes, en su mayoría empleados de comercio, de hombres distinguidos y de estudiantes”, refiere un texto de Clemente Markham en el libro “Cáceres”, editado por la Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú- sobre los últimos instantes de la batalla.

RECOPILATORIO. 
Para los amantes de la historia militar en particular, y la historia del Perú en general, la publicación es un recopilatorio de toda la biografía de quien fuera, después de la Guerra del Pacífico, presidente de la República.
“Después de la campaña militar se ha iniciado otra lucha más difícil y penosa, la lucha por superar las consecuencias del desastre”, recoge el libro las palabras de Cáceres Dorregaray el 30 de octubre de 1887, cuando empezaba la etapa de la Reconstrucción Nacional.
El libro, hecho en colaboración con el Ministerio de Defensa y la Fundación Telefónica, reconstruye aspectos poco conocidos del líder militar, en una edición que recopila además numerosas fotografías de la época del conflicto, combinadas con ilustraciones y cuadros que sitúan al lector en el momento exacto de la historia en la que el héroe tuvo participación activa.

BRUJO. 
Una mención aparte merece la sección dedicada a la Campaña de la Breña, en la que el coronel Cáceres ganó el apelativo de “El Brujo de los Andes”, derrotando a las fuerzas expedicionarias que lo buscaban en sucesivas batallas consecutivas con apenas horas de diferencia en Marcavalle, Pucará y Concepción. Finalmente, la gesta se cierra con la batalla de Huamachuco, donde toda resistencia finaliza.
El libro explora los parajes, pueblos y caseríos por los que Cáceres y sus tropas se movieron poniendo contra la pared a las fuerzas de ocupación, y proporciona datos poco conocidos de cada zona, e incluso fotografías rescatadas de archivos personales.
Estos mismos archivos sirven también como fuente para seguir la carrera política del soldado. En su primer gobierno (1886-1890), Cáceres formó el Partido Constitucional como parte de una época que conocemos como el Segundo Militarismo. La historia no es ajena tampoco a la Guerra Civil que enfrentó a Cáceres con Nicolás de Piérola, quien durante la Guerra del Pacífico fuera jerárquicamente jefe directo del militar.

EL MARISCAL ANDRÉS AVELINO CÁCERES
EL DATO
El grado de mariscal le fue entregado por el presidente Augusto B. Leguía. Existe un mosaico en la Sociedad de Fundadores de la Independencia que refleja ese momento. El local de la Sociedad era en realidad la casa que Leguía le iba a obsequiar a Cáceres en reconocimiento a sus servicios prestados, pero este falleció antes de que estuviera terminada.

FUENTE: Libro sobre “El brujo de los Andes”.
Publicado por el Ministerio de Defensa y Telefónica.