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sábado, 14 de noviembre de 2015

Los Reinos Aymaras o Reinos Lacustres

UBICACIÓN
Se desarrollaron en la región del Altiplano, que se encuentra en la meseta del Collao, rodeada por la cordillera Oriental y Occidental de los Andes del sur. En medio de esta zona se encuentra el lago titicaca que es el centro vital de este lugar.
Al desaparecer la influencia de Tiahuanaco, las diferentes etnias se agruparon y formaron reinos alrededor del lago, entre los años 1000 y 1350 d.C. En el período intermedio tardío la región del Collao estaba dividida en dos mitades o suyos. La primera era denominada Urco suyo, en la zona Oeste del lago titicaca, y correspondía a las tierras altas. La segunda llamada Umasuyo, al este del lago, y corresponde a las tierras bajas. De esta manera, el lago estaba en una zona intermedia y alrededor de él había dieciséis reinos Aymaras, ubicados unos en la región Urcosuyo y otros en la región Umasuyo. Estos reinos, aunque formaron una unidad cultural, tuvieron muchos conflictos entre sí ocasionados por búsqueda de tierras. A partir de los documentos del siglo XVI puede decirse que los reinos más importantes eran el Colla y Lupaca.

Ubicación de los principales pueblos Aymaras
HISTORIA
Como la mayoría de las sociedades prehispánicas de este periodo, existe mayor información etnohistórica que arqueológica, de allí que haya una tendencia hacia la generalización limitante en la descripción de las sociedades andinas prehispánicas. Sin embargo, los collas y los lupaqas, de alguna manera, han sido objeto de estudios interdisciplinarios. Hatunqolla –intensamente investigada por C. Julien– fue el asiento principal de los collas, o quizás su capital, como lo sugieren algunos investigadores, y Chucuito el de los lupaqas. Muy próximo a Hatunqolla se encuentra Sillustani, sitio caracterizado por las más logradas chullpas o construcciones funerarias, de planta circular o cuadrangular, construidas como torres. Hatunqolla y Chucuito habrían sido a la vez núcleos que encabezaron otros centros menores construidos con fortificaciones dentro y fuera de la cuenca del altiplano.
Durante el Período Intermedio Tardío, la región altiplánica estuvo densamente poblada por pequeñas etnias representadas por entidades políticas de cierta complejidad, conocidas como “reynos lacustres” o “reynos y señoríos aymaras”. Estas entidades fueron posteriormente incorporadas por los inkas. En realidad, se trata de una región, quizás la única, donde la heterogeneidad étnica es bastante grande, aunque se reconoce a collas, lupaqas y pacajes como las etnias más importantes ubicadas en el entorno del lago Titicaca, en el territorio llamado Urcusuyu. El lado oriental se llamaba Umasuyu. Otros grupos ocuparon territorios desde Canchis y Canas por el norte hasta Potosí por el sur, aunque estas representaciones étnicas podrían ser el resultado del posterior ordenamiento inka de la región. Merece destacarse el predominio lingüístico en la región de las lenguas aymara y puquina. Los aymaras vendrían a ser los antiguos tiwanakus del Horizonte Medio.


Control de pisos ecológicos
IDIOMA
La lengua mayoritaria en la era el altiplano del Collao el aimara o Haque aru. La lengua aimara es una de la más antigua del continente americano y tratándose del Perú, es la que constituye su imprimación estrato lingüístico. Es una lengua agraria que revela que el pueblo de la del habla que ha sido y es un pueblo agricultor y ganadero por sus numerosos términos referidos con el laboreo de las chacras y al pastoreo de los rebaños.
"La lengua aimara por carecer de escritura en sí, ha venido transmitiendo en forma espontánea de generación en generación durante milenios, exclusivamente por la vía oral, responde a la clasificación de aglutinantes, desinencial, onomatopéyica polisintética y para los aborígenes aimaras no es solo un medio de comunicación, sino de identificación. Los que hablan aimara pertenecen a su etnia porque demuestran que tienen la misma sangre, los mismos sentimientos e idénticos pensamientos que todos los aimaras. El aimara ha evolucionado en milenios ha pasado mezclarse con lenguas de diferente origen, siendo por esto una lengua regular (...). Al darse la invasión española, la lengua aimara era hablada en los actuales departamentos bolivianos de la Paz, Oruro y potosí, en chile, en el altiplano de isluya y departamento de Tarapacá y Arica (...) Perú, Bolivia, chile y Argentina. Desde entonces, se ha truncado su desarrollo mezclándose autónoma con el castellano que ha impedido enriquecer su vocabulario”. (Francisco Deza Galindo-1992)

Pastoreo Aymara
ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
La economía de los Aymara se basó en la ganadería y en los cultivos de altura. En la ganadería criaban llamas y alpacas. Estos camélidos proporcionaban carne, lana y abono, además de ser un excelente transporte. Cultivaron papa, quinua, coca, oca, olluco y cañigua por medio de técnicas muy ingeniosas. abono, además de ser técnicas muy ingeniosas. Estas técnicas fueron las cochas y camellones o waru waru.
Las cochas son depresiones que acumulan agua y lluvia, el agua corre por los surcos regando la zona central, pero evitando el empozamiento y permitiendo la circulación a la siguiente cocha.
La cocha se puede cerrar y convertirse en un estanque, lo que provocan efecto térmico sobre las plantas que permite a éstas sobrevivir al frío de las noches.
Los camellones son surcos de mayor altura y tamaño que las cochas, se construyeron cerca del lago para recuperar las zonas pantanosas y poder cultivarlas.


La economía política de estos señoríos refleja con más precisión la tradición altiplánica del control de pisos ecológicos –que viene desde Pukara y Tiwanaku– de manejar un sistema de agricultura de altura de gramíneas y tubérculos, sobre la base de qochas y camellones, de granos en los valles templados costeños e interandinos, y de aprovechamiento de tierras húmedas en el oriente. 
El pastoreo, la textilería y el intercambio de bienes fueron en realidad la base de la existencia de los pueblos, sin descuidar la producción alfarera. La ganadería de altura manejó, muy especialmente, la economía política de estos señoríos y, al parecer, como sugiere Moseley, la intensificación del pastoreo fue una respuesta a la baja producción agrícola.
Estos señoríos colonizaron tierras en la costa sur meridional, en el oriente boliviano (Cochabamba) y en el noreste de Argentina. Los lupaqa habrían colonizado territorios a manera de enclaves en Arequipa, Moquegua y el este boliviano, como se infiere del estudio realizado por Lumbreras. Similares hechos sucedieron con los collas, quienes también ocuparon valles costeños e interandinos.


SOCIEDADES AYMARAS

Canas y Canchis
Los Canas y los Canchis fueron dos grupos aimaras que habitaron fuera de la meseta del Collao, al norte del nudo de Vilcanota, en las nacientes de los ríos Vilcanota y la actual provincia de Espinar. Antes de la conquista por el Imperio Inca eran aliados de éstos y participaron como soldados mercenarios en la invasión de Andahuaylas apoyando a los incas a cambio de botines de guerra.

Collas
En el caso de los collas destacan arqueológicamente los de Hatuncolla, estudiados intensamente por Catherine Julián, describiendo al principal sitio colla como su posible capital; además de estar asociado con el complejo chullpas de Sillustani, situado a poca distancia de Hatuncolla.

Lupacas
Los lupacas (lupaqa) fueron un grupo étnico que habitaron la ciudad aimará que habitó la rivera suroeste del lago Titicaca. Tuvieron siete subdivisiones que fueron: Chucuito -la capital-, Ácora, Ilave, Yunguyo, Pomata, Zepita y Juli. Cada subdivisión a su vez se dividía en dos «saya» (a excepción de Juli que tuvo tres «saya»). Cada «saya» estuvo compuesta por varios «hatha», que era la palabra aymara para designar los «ayllus».
En la costa del Océano Pacífico contigua al Collao, poseyeron tierras distribuidas entre los valles de los ríos Moquegua, Locumba, Sama, Caplina, Lluta, Azapa y Camarones y los datos etnohistóricos los ubicán también en los valles templados de Chicanoma y Capinota (ambos en la región de los valles interandinos de Bolivia) destinados mayormente al cultivo de cocales.
Sobre las tierras en la vertiente del Pacífico, los Lupaqa no tuvieron un control absoluto sobre los valles, sino mas bien poseían porciones de tierra de forma discontinua a la que el etnohistoriador John Murra denominó «islas ecológicas», que eran trabajadas por los «hatha» provenientes de los centros poblados Lupaqas en el altiplano y que tenían la finalidad de producir cultivos de diversas regiones ecológicas para complementar su alimentación. Estos valles de la costa del Pacífico, en realidad también tenían «islas ecológicas» de otros reinos aymaras del altiplano como los Collas o los Pacajes (que en el altiplano se ubicaban al norte y al sur de los Lupaqas, respectivamente).

Pacajes
Los Pacajes o Pacaza fueron un grupo aymara que habitó el territorio situado al sureste del lago Titicaca. Su capital fue la ciudad de Caquiaviri y estuvieron divididos en dos grupos denominadas «omasuyu» y «urcusuyu». Se extendían por el sur hasta Sica Sica y Umala, en donde iniciaban los territorios de los señoríos «Caranga» y «Sora»; por el noreste hasta la península de Achacachi, en donde iniciaba el territorio Colla y por el noroeste hasta la naciente del río Desaguadero en el Titicaca, donde iniciaba el territorio Lupaca. Los registros etnohistóricos dan cuenta que poseían territorios en Calamarca y Larecaja y varios cultivos de cocales en las yungas. Por la costa, existen evidencias arqueológicas Pacajes en las cuencas de los ríos Caplina, Lluta y Azapa.
Los vestigios arqueológicos Pacajes mejor conservados son varios grupos de chullpares repartidos tanto en el altiplano como en las colonias en tierras de menor altura. Las chullpas Pacajes eran muy variadas, existiendo chullpares de barro con revestimiento de colores y en otros casos chullpas de piedra de base cuadrada, rectangular o circular. Los estudios en la «chullpa grande de Pirapi Chico» ubicada en Achiri la fechan en tiempos preincaicos pero presenta un etilo constructivo incaico, ésta particularidad también se da en la chullpa «Chosi Kani» de Anantuco y de la Fortaleza de Jachaphasa fechada entre el 1323 y 1428, antes de la conquista incaica en los Pacajes.

Chullpas
POLÍTICA
La dualidad era un concepto presente en la organización del espacio, de la sociedad y de la política. La visita de Garci Diez de San Miguel (1567) habla de los gobernantes lupaqas paralelos, llamados Cari y Cusi, quienes eran poseedores de miles de llamas y alpacas, y organizaron políticamente su territorio en Anansaya y Urinsaya.
La política de estos reinos estaba organizada en función de sus centros urbanos cercanos al Lago Titicaca como el Chucuito, Acora, Juli, etc. El gobierno de estos pueblos era de dos líderes. Los reyes Lupaca eran dos conocidos con los nombres de Cari y Cusi. Después de los reyes venia un pequeño grupo de señores de la nobleza.
Al servicio de esta nobleza estaban:

Los Mitani obligados a trabajar cierto número de días al año. Estos Mitani ayamra eran similares a los Mitayos Incas.
Los Yana eran servidores de por vida.
Los Uros son los que se encontraban por debajo de todas las demás clases sociales.

Entre los reinos aymaras dos eran los más importantes: las Collas y los Lupaca. Los Collas tenían como capital a Hutun Colla, y la capital de los Lupaca era Chucuito. Entre estos dos reinos existía una permanente rivalidad desde los principios de su cultura.

COSMOVISIÓN
Los pueblos aymara han tenido diferentes dioses locales que estaban basados en la religión agrícola y la adoración a los muertos. El antiguo dios aymara es Thunupa que es el icono central de la escultura como la puerta de sol, viento, lluvia y granizo.
La diosa Pachamama (la madre tierra) era la productora de los alimentos y pastizales, esta diosa exige sacrificios.

Los dioses locales son los cerros protectores como Auki y Achachilla . Los dioses del mal eran los subterráneos conocidos como Anchanchau o Saxra.

FUENTE: JULIAN Y. SANTILLANA 
"Estados Panandinos Wari y Tiawanaco". 2000

lunes, 3 de noviembre de 2014

Atuncolla, Joya arquitectónica del Altiplano

Escribe: Néstor Pilco Contreras

El 2 de mayo de este año, un total de 39 distritos de las diferentes provincias de la región Puno celebran sus 160 años de creación política a través del Decreto Legislativo Nro. 12103 aprobado por el presidente transitorio del Perú, don Ramón Castilla y Marquesado, en evocación al combate de 2 mayo y al héroe José Gálvez Ugúsquiza. Uno de los distritos de la provincia de Puno, es Atuncolla considerada como “La joya arqueológica y turística del Altiplano”.

Ubicación Geográfica
El distrito de Atuncolla está ubicado al oeste del Lago Titicaca a una distancia de 30 km. aproximadamente de la ciudad de Puno, políticamente es uno de los 15 distritos de la provincia y región de Puno. Está localizada a 3822 m. de altitud, en la región natural de Suni. Siguiendo la división política –administrativa Qolla el distrito está dividido en dos sectores o parcialidades: Hanansaya, que consta de 15 comunidades y Hurinsaya compuesto de 12 comunidades, hathas o ayllus. Por el norte limita con el distrito de Caracoto, por el sur con el distrito de Tiquillaca y Paucarcolla, por el este con distrito de Huata y Paucarcolla y; por el oeste con los distritos de Vilque y Cabana.

Primeros pobladores de Atuncolla
Las investigaciones arqueológicas indican que los primeros grupos humanos que arribaron al territorio puneño fue hace 10 000 a.c. con una cultura elemental, es decir recolectores, cazadores y pescadores nómades que siguiendo el curso de los ríos se establecieron en cuevas o cavernas donde dejaron sus muestras culturales, las pinturas rupestres. Estos primitivos pobladores, tenían como instrumento principal la piedra, vestían con pieles de animales y estaban agrupados en bandas u hordas dirigidas por el más capaz.
“Este periodo denominado como pre-cerámico o lítico o pre agrícola, habría perdurado hasta el año 5 000 a.c. siendo el de mas duración desde la llegada de los primeros habitantes al altiplano (Palao; 2005:12). Se caracteriza por poblaciones de recolectores y cazadores fundamentalmente nómadas, por bajas densidades poblacionales; y por una dependencia en la flora y fauna lacustre y no domestica.

El señorío Kolla
El señorio Kolla, contaba con una población numerosa y un territorio extenso. Se encontraba ubicado el nor- oeste del Lago Titicaca o Puquinacocha, según la cosmovisión altiplánica se encontraba dividido en dos grandes sectores Urcosuyo y Omasuyo; estos a su vez se dividían en ayllus o Hathas. Los Kollas comprendía las provincias de San Román, Lampa, Azángaro, Huancané y Ayaviri en la región peruana de Puno. Carabuco, Ancorraimes y Huangasco en los actuales territorios de la república de Bolivia. La ciudad capital de los Kollas  probablemente fue Ullagachi.
El estado o reino Kolla, según el memorial de los caciques de Huancané (1583) se componía de diferentes naciones o etnias como Caminaca, Achaya, Taraco y otros pueblos. Así mismo dentro del territorio Kolla, fue evidente la presencia de dos nacionalidades: Los puquinas o Collas y Aymara, en cantidades aproximadamente equiparables; pero donde, la primera tenía el poder y control político. Los puquinas conformaban los relictos de la antigua población nativa de la región forjadores de las culturas más importantes de la región altiplánica tales como Pukara, Tiahuanaco y Kollas. Recién con la anexión Kolla, al imperio de los incas, se produce la introducción de ingentes grupos mitmas procedentes de otras nacionalidades, incluso de reinos de habla Quechua.

He ahí porque en los ayllus del reino Kolla se hablaban varios idiomas: en la circunscripción de Ancorraimes y Paucarcolla conocían el Aymara, quechua y Puquina. En la de Vilque [Chico], Huancané, Moho y Conima el Aymara y Puquina. En el de Capachica y Coata apenas puquina; mientras que en Puno únicamente el Aymara (Anónimo de Charcas 1604: 171 – 179). Los uros de Coata se entendían en puquina.

El ayllu Kolla, fue la unidad económica y social especializada en una actividad económica, estos con el advenimiento inca, fueron unos aniquilados con dureza  y otros  desplazados o deportados a lugares muy lejanos: Pasto, Quito, Cayambe y Carangue en el extremo septentrional del imperio; y a Cheque en el Contisuyo. No solo, el desplazamiento fue externo, también, hubo migraciones internas dentro del territorio Kolla. Según Waldemar Espinoza “… por disposición del emperador del Tahuantinsuyo, seguidamente que una serie de proyectistas y técnicos inspeccionaron la geografía del país Colla, se determinó establecer un centro o unidad productora con tejedores de telas finas (cumbicamayoc) de confeccionadores de ropa adornada con plumas (ticacamayoc) y de ceramistas (sañucamayoc) en los asientos y parajes de Milleria y Cupe (Huancané), con artesanos procedentes de los distintos suyos y sayas de la nacionalidad Colla únicamente; y no de otros reinos andinos”.

El altiplano circunlacustre es uno de los sitios cultural y paisajísticamente más diverso, el distrito de Atuncolla ubicado a 9 kilómetros de la carretera Puno – Juliaca, es quizá el lugar más privilegiado, por su cultura, historia, tradición y religiosidad. No en vano Atuncolla fue capital etnohistórica del señorio Kolla, durante el intermedio tardio (1100 – 1450 d.c) y posteriormente, también la capital de uno de los cuadrantes del Tahuantinsuyo, el Collasuyo. Tal vez sea Sillustani el lugar más visitado por los turistas tanto nacionales y extranjeros, por la majestuosidad de sus torres funerarias; sin embargo Atuncolla no solo ofrece ese emblemático lugar. A pocos kilómetros de llegar a Sillustani existe una ruta que conduce hacia las localidades de San Pedro de Patas, Ali Grande, Casci y Llungo donde se puede apreciar monumentales chullpas y fortalezas Kollas.

kollas durante el Tahuantinsuyo
Durante la dominación inca, Hatuncolla fue una de las llactas mas importantes y estratégicos del Tahuantinsuyo, por ello el decimo soberano del Cusco Tupac Inca Yupanqui nombró a Hatuncolla como centro político y administrativo del Collasuyo, asimismo se realizó un conjunto de reformas como: La construcción de un sistema de caminos (“capac ñan”) a través del Altiplano, con pequeños edificios y posadas (“tambos”) para recambio de mensajeros (“chasquis”) en las dos rutas a ambas orillas del Lago Titicaca.
Durante la dominación hispana, la región del Collao o Collasuyo constituía la zona más prospera y las poblada según señalan los principales cronistas y los primeros españoles Diego de Agüero y Pedro de Moguer que llegaron al altiplano puneño por orden del Marques Francisco Pizarro.

El príncipe de los cronistas Pedro Cieza de León sostiene que “Hatuncolla fue en los tiempos pasados la mas principal cosa del Collao, y afirman los naturales del que antes que los ingas los sojuzgasen, los mandaron los Zapana y otros descendientes suyos, los cuales pudieron tanto, que ganaron muchos despojos en batallas que dieron a los comarcanos; y después los ingas adornaron este pueblo con crecimiento de edificios y mucha cantidad de depósitos, adonde por su mandato se ponían los tributos que se traían de las comarcas, y había templo del sol con numero de mamaconas y sacerdotes para servicio del, y cantidad de mitimaes y gente de guerra puesta por frontera que guarda de la provincia y seguridad de que no se levante tirano ninguno contra el que ellos tenían por su soberano señor. De manera que se puede con verdad afirmar haber sido Hatuncolla gran cosa, y así lo demuestra su nombre, porque Hatun quiere decir en nuestra lengua, grande”.

Atuncolla durante la Colonia
La invasión española buscó ganar más espacios y tierras para la explotación y acumulación de riqueza mineral. Esta nueva organización socio- política colonial, desarticuló y descompuso la configuración del panorama de los grupos étnicos existentes en el altiplano. Los españoles crearon las parcialidades que reemplazaban a los ayllus, hathas o sayas, luego entre 1535 y 1570 se crean las encomiendas y posteriormente reemplazado por los corregimientos. El Licenciado Vaca de Castro, en 1543, en sus Ordenanzas de tambos, al reseñar el camino de Urcosuyo, consignaba: “…Con relación al ramal que conducía a Arequipa, registró: “del dicho Pueblo de Puno se ha de ir al Pueblo de Hatún Collao… del dicho Pueblo de Hatún Collao se ha de ir a Cahuana…”.

La región norte del Lago Titicaca, estaba dividida en “Collas de Urcosuyo” subdividido en 13 encomiendas dentro de ellos se ubicaba  Hatuncolla o Atuncolla, mientras los “Collas del Umasuyo” estaba dividido en 22 encomiendas. Las encomiendas de “Collas de Urcosuyo” fueron: Nicasio (¿y Calapuja?), Lampa Hanansaya, Lampa Hurinsaya, Juliaca (o “Xullaca”), Coata, Capachica, Caracoto (¿y Huata?), Cabana (o “Cavana”), Cabanilla (o “Cabanilla y Oliberes”), Hatuncolla (o “Atuncolla”), Paucarcolla, Puno, y Mañaso y Vilque [Chico].
Según la visita General del Virrey Francisco de Toledo, Conde de Oropesa, en el año de 1573 el repartimiento de Atuncolla tenía como primer encomendero a Doña Lucia de Luyando, designado por el Virrey Marques de Cañete. Atuncolla estaba poblado y reducido en tres pueblos de indios llamados Xarassa Cara Cazi, Mari Cacxi y Chiagasa  cuyo nuevo encomendero nombrado por el Virrey Toledo fue Juan Álvarez Maldonado.

Atuncolla tenía una población de 2385 personas, 601 indios tributarios de los cuales 391 hatunlunas (quechuas) y 210 uros. 36 viejos inútiles y enfermos, 596 muchachos menores de 17 años y 1152 mujeres de todas edades y estados.  Los tributos que pagaban los habitantes de la encomienda de Atuncolla, según la tasa toledana fue de la siguiente manera 

HATUNLUNAS (391 tributarios)
UROS (210 tributarios)
TRIBUTOS
Equivalente en Plata
TRIBUTOS
Equivalente en Plata
Tributos en Plata
1750 pesos 4 ts
Tributos en plata
468 pesos
60 carneros (llamas)
150 pesos
29 arrobas de pescado
36 pesos 2ts.
75 fanegas de chuño
150 pesos
80 piezas de ropa abasca
120 pesos
60 piezas de ropa abasca
150 pesos


89 piezas de hechuras
133 pesos 4 ts.


SUBTOTAL
2333 pesos 8ts.

624 2ts.
TOTAL
2958 pesos
FUENTE: David N. Cook “Tasa de Visita General de Francisco de Toledo” Pág. 98 – 99.

 Posterior a 1 565 se establece en el Perú nuevas unidades político administrativas, llamados corregimientos, que son equivalentes a las provincias actuales. En el altiplano circunlacustre se establecen los corregimientos de Urcosuyo o Lampa, Collasuyo, Paucarcolla, Chucuito, Llaja, Pacajes y otros. El corregimiento de Urcosuyo o Lampa comprendía los siguientes repartimientos Hatuncolla, Mañazo, Caracoto, Cavana, Cavanilla y Olibares, Lampa, Nicasio, Ayaviri y Cupi, Oruro (Orurillo), Nuñoa, Angara, Pucará, Jullaca (Juliaca), Llalli, Macari, Umachiri, Ancoayllo y Ullacache (Cook, 2010: 366 – 367)

Mapa de corregimientos del sur andino. Durante los siglos XVI - XVII

“En el siglo XVII, seis corregimientos situados dentro de las fronteras del actual Perú contribuyeron a la célebre mita de Potosi: Quispicanchi, Azángaro o Collasuyo, Urcosuyo o Atuncolla, Canas y Canchis, Paucarcolla y Chucuito. El repartimiento más cercano… se encuentra a mas de 500 kilómetros de Potosi” (Cook, 2010:299). Estas dura condiciones de administración colonial hizo que los habitantes de Atuncolla disminuyan y pasen a convertirse en “indios forasteros”, que migran a otros territorios fuera del alcance de la mita minera. 

Atuncolla durante la República
Durante la rebelión de Tupac Amaru II, el altiplano puneño fue el principal escenario de las luchas entre las huestes tupacamaristas y realistas. En puno destaca la participación activa del azangarino Pedro Vilca Apaza y sus lugartenientes caciques de Atuncolla, Cabana y Paucarcolla. Tupac Amaru tuvo su cuartel provisorio en el cerro Sucamani, donde en la actualidad se puede apreciar la muralla defensiva.  Así mismo los pueblos del altiplano participaron activamente en la rebelión de los Hermanos Angulo y Mateo Pumacahua en 1814.

Durante el proceso de independencia el ejército realista ocupó gran parte del territorio  puneño. Si bien la independencia fue proclamada el 28 de julio de 1821, los pueblos de Puno, seguían bajo el poder español. De la misma manera durante la guerra con Chile los pueblos del altiplano participaron activamente con logística y alimentación básicamente. El distrito de Atuncolla fue creado el 2 de mayo de 1854 por disposición del presidente de la república Ramón Castilla Marquesado. 

En la actualidad el distrito de Atuncolla cuenta con una población estimada de 5639 (2013) según el INEI de los cuales, el 90 .06 % es de idioma Quechua - castellano hablante. Las mujeres y hombres del medio rural se comunican hablando Quechua; en el medio urbano se habla Quechua y castellano. Las principales actividades económicas que realizan sus pobladores son la agricultura, ganadería y turismo. La Capital del Distrito de Atuncolla lleva el mismo nombre a la vez, se encuentra dividido en 27 comunidades campesinas distribuidas en dos suyos, Urinsaya (12 comunidades) y Hanansaya (15 comunidades).

GALERIA DE FOTOS DE LAS CHULLPAS DE ATUNCOLLA 

Chullpa circular de comunidad Patas. 

Chullpa circular con grabado de serpientes de Patas
Chullpa de Cacsi
Hatunwasi Chambilla de Sillustani

Chullpa cuadrada de Sillustani,donde se aprecia la piedra de 12 ángulos.