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miércoles, 8 de marzo de 2017

La máscara del cangrejo fantasma

Por: Arqueólogo Wilo Vargas Morales

En las últimas décadas la historia del Perú, se ha enriquecido con los resultados de la eficiente labor de  proyectos arqueológicos  que constantemente nos sorprenden con sus descubrimientos. Los arqueólogos interpretan  el material cultural para poder explicar el uso y función de los objetos, recintos o templos, siendo estas interpretaciones las que aportan un mejor entendimiento del legado histórico de los antepasados.



El hombre andino siempre estuvo ligado a la observación de los fenómenos naturales, y a través de ésta podía reconocer su entorno, y al reconocerlo, entenderlo  y luego buscar en ellos sus atributos o poderes inherentes. Los sabios o dirigentes fueron desarrollando una estructura social que se hizo compleja cuando el pensamiento colectivo los fue transformando en dioses o deidades, e iban descubriendo herramientas para poder interactuar con estas fuerzas. Así, aparece la magia con el rito y las sociedades iban creciendo e interactuando entre ellas: intercambiaban alimentos, objetos y también ideologías; las cuales fueron expresadas en imágenes o símbolos  convencionales plasmados en objetos de diversos materiales, permitiendo de esa forma que sus ideas se perennicen en el grupo.
La cultura Lambayeque o Sicán se desarrolló en el valle medio del río la Leche - Provincia de  Ferreñafe, destacó en arquitectura y dominaron la orfebrería. Es en esta actividad  que sobresale una representación muy particular, nos referimos a las conocidas “Máscaras Funerarias de Ojos Almendrados” las cuales siempre acompañan a los difuntos de alto rango o de importancia. Estas máscaras son hechas en láminas de oro pintadas de rojo, con grandes ojos  almendrados  y algunas piezas presentan extensiones a manera de pedúnculos oculares hechos en cuentas de cuarzo o esmeraldas,  ensartadas en delgados tubos o alambres. Tiene nariz y boca pequeña, lleva narigueras y flecos nasales, presenta además orejeras circulares.

(Foto máscara Sicán, museo de Sicán – Lambayeque)
Para explicar la posible funcionalidad de esta máscara, se  plantea una hipótesis que tiene como principal evidencia las comparaciones analógicas entre la estilización de la máscara y los diseños naturales de un crustáceo, llamado  el “cangrejo fantasma” (Ocypode gaudichaudii)  conocido con ese nombre por su capacidad de aparecer y desaparecer dentro de sus agujeros que cavan profundamente en las zonas secas de la playa, pudiendo movilizarse en la oscuridad sin ningún problema. También se les conoce como “carreteros” o “cangrejos corredores”, se alimentan de los  desechos arrojados por el mar incluidos cadáveres, en donde se concentran masivamente para alimentarse en especial  durante la noche ya que son  más activos.

Sus características más saltantes son: un caparazón liso aplanado de color rojo o anaranjado con manchas blancas, rostro separado del capuchón y ligeramente inclinado hacia adelante, presentan dos tenazas y ocho patas ambulatorias, destacan sus concavidades almendradas donde sus órbitas oculares son semitransparentes y expuestas, lo que les da una excelente visión de 360°. Si realizamos una comparación física entre la máscara Lambayeque y el cangrejo fantasma observamos que: ambos tienen pedúnculos oculares transparentes   que salen de unas cavidades de forma almendrada, tienen coloración rojiza con dos líneas verticales superiores , presentan surcos verticales curvados como surcos nasolabiales y flecos colgantes por debajo de lo que podría corresponder a una forma nasal.

Ocypode gaudichaudii , conocido como carretero o cangrejo fantasma 
Las comparaciones físicas con la máscara bien podrían quedar solamente en una curiosa coincidencia,  sin embargo, encontramos otros elementos de juicio a tener en consideración y que se relacionan con la parte mágica y funcional de lo que serían los rituales funerarios asociados a la máscara Lambayeque.
Para analizar estas prácticas funerarias es necesario considerar la percepción de la muerte desde una perspectiva de  la cosmovisión andina. Según los cronistas españoles (s. XVI) e investigaciones  etnológicas, la muerte era concebida como un viaje a otra dimensión de la vida, era descender al inframundo y se entendía como un lugar misterioso, peligroso y de una eterna oscuridad, compuesto por una multitud de caminos donde el difunto divagaba y fácilmente podía perderse, para lo cual era necesario proveerle de todo lo que un ser humano necesitaría para una larga travesía. Era importante por ello que llevase suficiente alimento, bebidas, ropa, acompañantes, animales y otros objetos útiles, todo esto de acuerdo a la investidura e importancia del difunto. Cabe destacar además que muchas veces en la parafernalia funeraria, se incorporaba elementos simbólicos que podrían proteger o auxiliar al individuo como podría ser el caso de las máscaras funerarias.


La máscara en un contexto ritual tiene la capacidad de comunicación y transformación del individuo que lo usa, y a diferencia del teatro, es concebido como real. Por lo tanto, si un personaje usa una máscara de cóndor, él será el mismo cóndor encarnado y no solamente su  representación, se trata de una transformación mimética  donde se asume la identidad del personaje y por lo tanto se incorporan al individuo las cualidades y facultades propias del ser representado, además de protegerlo y ocultarlo. Considerando este análisis podríamos tener una mayor aproximación y justificación al uso de la máscara del “cangrejo fantasma” en los rituales Lambayeque, puesto que, el crustáceo se asocia a la muerte y es muy posible que cuando colocaban esta máscara al difunto, este adquiría las facultades del crustáceo lo que le permita movilizarse en la oscuridad sin problema, siendo  lo más saltante el  poder ingresar protegido al inframundo donde aparentemente también sería su ambiente natural. Este crustáceo era visto por los antiguos como un ser asociado a la muerte debido a su actividad carroñera y nocturna, además que naturalmente tenía el color simbólico rojo para poder viajar por el inframundo, color que coincidentemente podía también estar asociado al momento que el sol en el ocaso (muerte del sol) se aprecia rojizo  desapareciendo y que en una aparente perspectiva de su época, estaría iniciando su viaje por el inframundo para renacer al día siguiente en una nueva vida.

 (Representación  entierro Sicán - Museo de Sicán)
Finalmente, es preciso mencionar una  evidencia arqueológica registrada en una tumba Sicán ( Shimada 1978), donde se observa un personaje que lleva la máscara del cangrejo fantasma y cuya posición del cuerpo es poco convencional, pues está de cabeza como ingresando a la tumba y a pocos centímetros en la parte baja fueron colocados dos manos con antebrazos hechos en láminas de oro pero su escala es mayor y desproporcionada para ser usada como accesorio, y es que  su aparente función fue claramente simbólica. Acaso estarían representadas las tenazas del cangrejo fantasma?


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